La muerte del duque de Edimburgo el pasado viernes, puso el acelerador en el reencuentro de los hermanos William y Harry. Y si bien se esperaba que los príncipes coincidieran en público en julio para honrar a su madre, la princesa Diana, el príncipe Felipe parece haber tenido otros planes para sus nietos.
Luego de un año y poco después de la polémica entrevista con Oprah Winfrey, en la que Harry aseguró que su hermana estaba “atrapado”, este fin de semana asistirán juntos al funeral de abuela y caminarán tras el féretro.
La relación entre los hermanos no pasa por su mejor, pero Kate Middleton, esposa de William, espera que este tiempo reunidos en Londres logre poner fin a las diferencias y el distanciamiento entre ellos. ¿Por qué Kate? Recordemos que en 2010 Harry la describió como “la hermana mayor que nunca tuve”. Y, según el medio The Telegraph, la duquesa de Cambridge ha decidido ser mediadora en el asunto.
Además, el mismo diario, cita a una fuente cercana a la duquesa, quien asegura que “al tener una relación tan cercana con sus hermanos, Pippa y James, y haber sido testigo de primera mano del especial vínculo que tenían William y Harry, encuentra toda esta situación difícil y preocupante”. Y agrega que está “muy triste” con el estado de su relación.
Además, la duquesa de Cambridge nunca ha sido amiga de la polémica, es más, “Es una persona que huye de los conflictos y espera poder aliviar las tensiones”, revela la misma fuente. Sobre esto, resulta ideal si se mira desde ese punto de vista, que Harry haya viajado solo al Reino Unido. Esto, porque quizás la presencia de Meghan Markle no hubiese ayudado a disminuir tensiones, sobre todo con Kate.
Por el momento, parece que los hermanos aún no se han visto, y el duque de Sussex mantiene su cuarentena. Aunque señalan que sí se habría encontrado con su prima Eugenia de York, según Page Six.
El sábado 17 de abril se trata de honrar y despedir a su abuelo, por lo que ese día la atención no debería desviarse a ningún tipo de polémica o conflicto. Y en esto la reina Isabel II ya ha intervenido.
Ante el dilema del uniforme militar que llevarían todos –el príncipe Carlos, William, Eduarda y la princesa Ana-, Harry y Andrés quedando fuera del cuadro, la reina decidió romper la tradición. Y como el objetivo de la familia real es no desviar atenciones, la orden de Su Majestad ha ido “sin uniformes”, según reveló una fuente de palacio al The Sun.
Por otro lado, el listado de los 30 invitados, debido al aforo, ya ha sido confirmado. Y el funeral que otra ocasión hubiese contado con 800 personas presentes, esta vez se ha visto reducido principalmente a la familia más íntima.
Además, entre quienes no sea convivientes deberán respetar el distanciamiento y todos tendrán que llevar mascarillas.