La ropa usada no tiene que ver necesariamente con ahorrar plata sino con una manera de entender la moda (o la vida). Reciclar, reutilizar, reducir es la consigna y hasta el clan Kardashian-Jenner se ha sumado a esta tendencia. Pero, claro, transformándola en un negocio altamente rentable.
Kardashian Kloset es el nombre de la ‘pyme’ de la familia más mediática del mundo y desde su lanzamiento -en octubre pasado- se convirtió en un éxito. Grito y plata, como todo lo que hacen Kris y sus mediáticas hijas.
Prada, Armani, Louis Vuitton, Guiseppe Zanotti. Todo second hand pero no cualquier second hand sino directamente desde los armarios de Kendall, Kim, Kourtney, Kylie, Khloe y Kris.
Hay ropa y accesorios de todo tipo y con muy poco uso, y lo más entretenido es que dice específicamente a quién pertenece, y lo muestran sobre sus cuerpos… o sobre unos maniquíes realmente ordinarios como si se tratara de un emprendimiento casero sin ningún tipo de maquinaria de marketing detrás.
Probablemente ahí radica la gracia y el secreto del negocio. Porque da la sensación de que son ellas mismas las que seleccionan, venden y postean su ropa. ¿Alguien quiere las tenidas de Khloe del último verano?