Casa Barros, referente de la alta joyería chilena, presenta por primera vez una colección articulada bajo un concepto paraguas común: “Tributo constante”, un homenaje a la belleza que permanece frente al paso del tiempo, a los lazos familiares que trascienden generaciones y al arte de la joyería como legado.

Esta nueva propuesta reúne cuatro líneas –Baguette, Rosé, Halo y Bleu– que dialogan con la historia, la identidad y la visión de futuro de Casa Barros, reforzando la idea de piezas que acompañan a lo largo de la vida.

Baguette rinde homenaje a la impronta que Casa Barros ha dejado en la joyería chilena desde los años fundacionales de Francisco Barros. Sus cortes y siluetas baguette evocan un recorrido marcado por la excepcionalidad, la artesanía minuciosa y la alta calidad, valores que han acompañado a la casa a lo largo de toda su historia y que hoy se reflejan en piezas concebidas como parte de ese legado.

La línea Rosé se inspira en la tradición de la antigua nobleza, donde las piedras de colores eran consideradas un símbolo de distinción y espiritualidad, reservadas para marcar presencia y estatus. En esa misma línea, Rosé recoge esa herencia y la transforma en una propuesta que expresa una energía vital y luminosa, la misma que ha acompañado a Casa Barros a través de generaciones.

La colección Halo toma como punto de partida la fuerza simbólica del círculo, tradicionalmente ligado a la continuidad, la totalidad y los lazos que no se quiebran. Más que una forma, se entiende como un movimiento que siempre vuelve a su origen. Así, Halo reinterpreta la idea de un legado familiar que avanza con el tiempo pero permanece fiel a su esencia.

Bleu nace del azul, ese color asociado al infinito que invita a pensar en la profundidad, la calma y lo que permanece. En esta propuesta, el azul funciona como metáfora del tiempo, de la exclusividad y de la atemporalidad de las piezas, evocando joyas pensadas para acompañar grandes momentos y perdurar en la memoria mucho más allá de una generación.

Con esta colección, Casa Barros refuerza su propósito de crear joyas que no solo acompañan momentos especiales, sino que se transforman en un legado emocional y estético para futuras generaciones, integrándose de manera natural en las celebraciones de finde año, donde la permanencia de los lazos cobra un significado aún más profundo