Al comienzo, mucho se comentó de las similitudes de las orejas de Josh O’Connor con las del Príncipe Carlos. “Pero no son las orejas lo que hacen a un futuro rey”, dijo el actor, “más bien es la postura”. Lo cierto es que esa postura encorvada y frágil con la que debutó interpretando al primogénito de la Reina Isabel II fue lo que hizo que todos los espectadores de The Crown pusiéramos especial atención a este joven inglés de 31 años que lo habíamos visto antes en un secundario en Peaky Blinders, pero que debutó como un alcohólico granjero y con dudas sobre su sexualidad en la añorable y triste God’s own country de 2017.

De ahí que es imposible olvidar su rostro. Ese rostro que cuando lo vimos en los ropajes de Carlos de Inglaterra pensamos que no podía ser otro más que él. Paradójicamente, esta idea no estaba en la cabeza de Josh O’Connor, que estuvo a punto de rechazar el papel que lo ha lanzado a la fama internacional y que hoy lo tiene en portadas de publicaciones de todo el mundo, como la de este sábado en ICON, el suplemento del diario El País.

“Puede que la culpa de ese malentendido sea en parte mía”, responde cuando se le pregunta sobre su negativa para personificar al futuro rey de Inglaterra. “Cuando me llamaron para la prueba estaba muy cómodo haciendo cine independiente, y me parecía mi camino natural. Si aceptaba The Crown, el rodaje ocuparía dos años de mi vida. Dije que no quería hacer la prueba, pero insistieron en que nos reuniéramos y acabé accediendo. A la larga, fue la decisión correcta. Me sacó de donde estaba, me planteó un reto enorme y lo disfruté muchísimo”.

Pero la real razón por la que Josh O’Connor no se veía en la piel de Carlos es política. El actor es abiertamente anti monárquico, se describe como liberal de izquierda y se rehusó a leer el guión cuando al comienzo se lo pidieron. Pero encontró la complejidad del personaje, la sutileza y la humanidad que buscaba y hoy disfruta de ser el dueño de un Globo de Oro, un Bafta y un Emmy por un rol del que hoy se despide pasándole la posta al consagrado Dominic West (The Affair), quien interpretará al príncipe en su fase adulta.

Así y todo, y pese a haber cruzado el Atlántico, Hollywood sigue sin estar en los planes inmediatos de Josh O’Connor: “en principio no me interesa, como espectador disfruto mucho de esas grandes producciones, pero nunca he hecho una, así que no sé cómo es trabajar en ellas. En todo caso, siempre estoy abierto a nuevas experiencias. Quién sabe qué vendrá. De momento, quiero volver a hacer películas independientes. O hacer teatro, volver a mis raíces. No tengo ni idea de lo que sucederá a largo plazo, pero no sé si podría acostumbrarme a vivir en Hollywood”, cuenta. “Soy muy pálido, me quemo en seguida. Sería un desastre”, dice medio en broma.

Sin embargo, por proyectos no se queda. En el pasado Festival de Cine de Toronto estrenó la película Mothering Sunday, con el que ha hecho noticia porque realiza su primer desnudo frontal y donde comparte elenco con figuras de gran nombre como Colin Firth, Glenda Jackson y con una vieja conocida, nada menos que su madre en The Crown, su majestad Olivia Colman.