El conductor de televisión estuvo en el programa ‘De tú a tú’, conducido por Martín Cárcamo para Canal 13. José Miguel Viñuela compartió la intimidad de su hogar y su familia, y entre risas y recuerdos de Mekano, también hizo profundas revelaciones.

El reconocido animador comenzó en la televisión desde muy joven, y si bien siempre se ha destacado por su risa y las bromas, no todo ha sido “gracioso” en su vida. Hijo de padres separados, tuvo un primer matrimonio que duró ocho meses, sufre de crisis de pánico desde muy pequeño y fue estafado, perdiendo todo en 2016. Este último, definido por el propio Viñuela como el peor año de su vida.

Sobre las crisis de pánico, José Miguel explicó que las tuvo desde muy chico, pero no sabía lo que eran. “Tuve crisis de pánico desde muy chico, y no me daba cuenta que las tenía. Crecí con eso muchos años de mi vida. Pensé que le tenía miedo a la muerte porque me despertaba gritando en la noche, pero lo que en verdad tenía eran crisis de pánico”, comentó.

Las crisis lo han acompañado durante toda su vida, incluso tuvo un episodio grabando ¿Sabes más que un niño de quinto básico? El animador le contó a Martín que se quedó en blanco y fue ahí cuando decidió ir al doctor. Y este le confirmó un Trastorno de ansiedad generalizado, el que podía ser por estrés u orgánico. En su caso, se trata de este último, por lo que debe medicarse a diario.

“Esa ansiedad hizo que durante muchos años, yo trabajando en la tele fuera un gallo tremendamente hiperventilado, pasado para el otro lado, pasado en banda”, detalló. Y agregó, “probablemente la gente no sabía que tenía esto porque yo me lo vine a tratar después de Mekano, cuando ya estaba en el matinal”.

Y es a esa misma ansiedad que José Miguel Viñuela le echa la culpa de haber tomado malas decisiones. “Entre esas decisiones está lo de Chang (Alberto)”, aseguró.

En 2016, el ex animador de Mekano perdió todo a manos de Alberto Chang, quien ofrecía inversiones con excelentes rentabilidades. Sin embargo, dejó a sus clientes en la calle mientras él creaba una fortuna que hoy incluye automóviles, propiedades, yates de lujo y hasta una isla. Y vive en Malta sin juicio ni castigo de por medio.

Viñuela perdió su liquidez de años de trabajo, y en esa época ya tenía a su primer hijo Diego, de tan solo dos meses. “Para no estresar a Constanza, me levantaba temprano diciendo que tenía una reunión de pega, y salía a caminar cerca del departamento dónde vivíamos. A llorar. Lloraba, lloraba. Trataba de llorar y después volvía a la casa, porque no quería que me vieran pal gato”.

Y fue en ese momento que el animador confesó que de no ser por sus hijos no estaría vivo. “Si no hubiera tenido hijos, probablemente no estaría sentado conversando. Me cuestioné la vida. No soy capaz de levantarme y trabajar 20 años más para esto. Capaz que me hubiera pegado un tiro. Y gracias a Dios, todo es por algo. Tenía a mi hijo y hoy tengo tres más”, reveló.

Lo otro que cruzó por su mente fue vengarse personalmente, todo en el contexto de la rabia y la frustración. “Lo hubiese tenido al frente y tener la posibilidad de hacerle cualquier cosa, se lo hubiera hecho, siendo bien honesto”, confesó.

Además, fue en este mismo periodo en el que se enteró del grave diagnóstico de su amiga Javiera Suárez, y afirmó que gracias a ella salió del estado oscuro y depresivo en el que se encontraba. Había llorado todos los días, durante tres meses, hasta ese momento. “No lo podía creer. Quedé de espaldas. Te juro que ese día me vino una fuerza por dentro que no la había tenido. Yo salía de mi casa y me quería morir todos los días. Y cuando me contaron eso fue como una fuerza que me dijo: ¿hue…, te quieres morir por plata? Sí, son trabajo de 20 años, pero es plata, tienes dos manos, tienes piernas, tienes hijo, una familia, estás sano. Puedes trabajar en cualquier cosa”, sentenció.

El animador también se refirió a la polémica del camarógrafo y el corte de pelo, un episodio que no solo lo dejó fuera del programa por seis meses, sino también tuvo un castigo monetario. Al respecto, comentó que está muy arrepentido y aseguró “fue una estupidez de mi parte”. Por otro lado, dijo haber estado dos meses con crisis de pánico. “Estuve súper mal en mi casa… no podía salir a la calle”.