Se viene una cuarta parte de la saga de ficción John Wick y entre tanto Pedro Pascal nos hemos olvidado de otros embajadores nacionales que están incursionando en el cine de Hollywood. Es el caso del actor chileno y especialista en artes marciales Marko Zaror, quien es parte del elenco de esta esperada nueva entrega de la saga cinematográfica protagonizada por Keanu Reeves y que debutará en cines locales el próximo jueves 23 de marzo.
Chidi, el personaje de Zaror, es la mano derecha del gran villano de la película, encarnado por el actor Bill Skarsgård. Chidi es quien hace el trabajo sucio. La inflexión en su personaje es que Chidi tiene la idea de sentirse superior y siente que no le corresponde hacer justicia por otro.
Zaror confiesa que aún no ve el corte final de la cinta protagonizada por Reeves y cuenta sobre la construcción de su personaje: “Uno filma muchas escenas muchas veces, y ahí uno le entrega opciones al director sobre el personaje. Uno no sabe cuál de esas opciones va a quedar en la película, entonces igual te llevas una sorpresa al verla”, dijo. En cuanto a las coreografías de acción, Zaror estuvo involucrado en ellas no solo delante de las cámaras, sino también en el trabajo creativo. “Siempre habrá un esqueleto, o un esquema básico, pero para lograr el objetivo yo tengo que meter al personaje en esa pelea”, explicó. “Por eso, mi entrenamiento como especialista en artes marciales se basa en manejar un rango de distintas técnicas. He entrenado toda mi vida diferentes artes marciales para tener un abanico de posibilidades”.
Con respecto a sus escenas de acción con Keanu Reeves cuenta que al actor de Matrix “le gusta la acción, le gusta la adrenalina; se nota que disfruta mucho y por algo hace este género, porque él se mete en el personaje. Yo estaba con mucho control peleando con él, y él de a poco me iba pidiendo más”, confesó el actor que debutó en la gran pantalla chilena a partir de producciones como Kiltro y Mirageman.
“Él es un actor, no tiene por qué estar resistiendo toda la fuerza que se libera en las peleas pero al mismo tiempo tiene las ganas de sentir la realidad de la escena, y eso es muy admirable, porque siempre está empujando el límite. Van a disfrutar las coreografías”, contó.