La familia Middleton siempre ha proyectado una imagen de cercanía y complicidad. Y no es casualidad. Y ahora, el hermano menor de la princesa de Gales, James Middleton, reafirma algo que ya intuíamos: detrás del perfil mediático, hay una familia que se quiere, se cuida y se acompaña.
En una entrevista reciente con Hola!, James abrió la puerta a la intimidad de su infancia y su presente familiar. Y lo hizo con una frase que resume su historia personal: “Siempre digo en broma que tuve tres madres mientras crecía. Tuve a mi madre y a mis dos hermanas, que fueron como madres para mí“.
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“Fui muy afortunado. Tuvimos una infancia fantástica, y ellas me incluían en todo lo que hacían… y aún lo hacen. Ya tengo casi 40 años y seguimos manteniendo esa amistad”, aseguró.
James cumple 38 años este mes, y a diferencia de muchos, ha decidido construir su vida adulta en la misma zona donde creció. Hoy vive con su esposa, Alizée, y su hijo Inigo, de 18 meses, en una casa de campo en Berkshire.
El entorno, de más de 12 hectáreas rodeado de colinas y bosques, suena casi a cuento. Y entre risas, él mismo admitió que si alguna vez se cansan del paisaje bucólico, “tenemos la suerte de contar con siete pubs a menos de dos kilómetros”.
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El vínculo con sus padres, Carole y Michael, también es parte de esa historia de cercanía. Ellos viven a solo cinco minutos, en el pueblo de Bucklebury. Para James, esa proximidad no es casual ni circunstancial.
“Somos una familia muy unida, y tenemos la suerte de vernos seguido. Mis padres han jugado un rol importante para mantenernos juntos… Nos criaron con la idea clara de que la familia no se da por sentada“, aseguró.
Los almuerzos familiares de los domingos, donde se reencuentran Pippa y su esposo James Matthews, y posiblemente también los príncipes de Gales, parecen ser parte de una tradición que sigue viva.
James también ha compartido cómo recibió, junto a su hermana Pippa, una de las noticias más significativas de su familia: el compromiso de Kate con el príncipe William. Lo relató en sus memorias Meet Ella: The Dog Who Saved My Life.
“Catherine, Pippa y yo salimos a caminar con (los perros) Ella y Tilly, hacia nuestro pub local en un pueblito cerca de Bucklebury. Nos sentamos en una esquina, conversando en voz baja“, relata en el libro.
“Fue en ese momento cuando Kate les reveló que pronto se anunciaría su compromiso. “Pippa y yo queríamos mostrarnos emocionados… tuvimos que contenernos para que nadie sospechara. Hicimos un silencioso pacto de estar siempre el uno para el otro, cuidarse y apoyarse sin importar cuán loco se volviera todo“.
Días después del anuncio, James reflexionó: “Pensé en lo afortunado que era William de casarse con mi hermana mayor, tan capaz y con los pies en la tierra. Sentí una enorme tranquilidad al ver que estaban enamorados… Fue hermoso ver cómo él le daba seguridad. Ella floreció. Supe que él la cuidaría, y hasta el día de hoy lo hace”.
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Hoy, las dinámicas familiares siguen en plena evolución, pero con el mismo espíritu. Sus hermanas, ahora madres de seis niños entre ambas, han llenado el clóset de Inigo con ropa heredada cargada de memorias.
“Son como hitos, porque (mis hermanas) recuerdan cuándo sus hijos usaron esa prenda y cuántos años tenían… las transporta al pasado”, compartió James. “Ha sido algo muy bonito para ellas”.
Y más allá del presente, también mira hacia el futuro con una idea clara: que su hijo crezca rodeado del cariño de sus primos. “Tiene la suerte de tener primos mayores que ya pueden cargarlo, mostrarle cosas, y cuando crezca, podrán cuidarlo. Definitivamente hay un elemento de curiosidad (por) tener un bebé cerca”.
