Después de catorce meses marcados por la reserva y la resiliencia, la vida de Kate Middleton comienza a retomar su cauce. Fue la propia princesa de Gales quien, con una serenidad admirable, compartió el diagnóstico que remeció a la Corona británica y a su entorno más íntimo.
“El diagnóstico fue un shock”, confesó en su momento, y admitió que le costó asimilarlo, hablarlo con sus hijos y enfrentarse a una nueva realidad. A su lado, el príncipe William no ha ocultado la magnitud del desafío: “2024 ha sido el año más difícil de mi vida”, declaró, haciendo referencia tanto a la enfermedad de su esposa como a la de su padre, el rey Carlos III.
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Hasta ahora, ningún otro miembro de la familia había entregado declaraciones públicas sobre el complejo proceso que ha vivido la futura reina. Pero esta semana, James Middleton, hermano menor de Kate, decidió compartir por primera vez detalles íntimos de este periodo con el diario The Times.
“La unión familiar ha sido máxima”, aseguró James, refiriéndose al momento en que se enteraron de la enfermedad de su hermana. Y aunque el pronóstico hoy es positivo, Kate informó en enero, durante una visita al Hospital Royal Marsden, que su cáncer está en remisión, la experiencia dejó huellas.
“Lo que creo es que, como familia, aprendes a ver, procesar y entender las cosas. Para ella y su familia fue un momento difícil, y sé que para nosotros y nuestra gran familia también lo fue, pero creo que se trata de la comunicación y de ofrecer apoyo y ayuda en la medida de lo posible”.
Desde siempre, James ha sido un apoyo clave en la vida de la princesa, pero en estos meses, ese lazo fraterno se hizo aún más visible. El día en que Kate decidió hablar públicamente de su enfermedad, a través de un video filmado en los jardines de Windsor, su hermano la acompañó con un mensaje tan simple como poderoso: “A lo largo de los años, hemos escalado muchas montañas juntos. Como familia, escalaremos esta contigo también”. Y así fue.
El empresario y amante de los animales también recordó cómo Kate estuvo a su lado durante uno de los episodios más oscuros de su vida: una profunda depresión que lo llevó a realizar una terapia cognitiva conductual por casi un año.
“Tenerlas allí significó que supe que estaba rodeado de personas que realmente entendían por lo que estaba pasando”, explicó, en referencia a sus hermanas, Kate y Pippa. También destacó el trabajo de los príncipes de Gales en temas de salud mental. Especialmente con la campaña Heads Together, cuyo impacto ha sido ampliamente reconocido.
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Más allá de la figura pública, James Middleton puso en valor los principios que han guiado su historia familiar. “Mis padres nos enseñaron a ser honestos. Desde el principio nos inculcaron la honestidad y los principios. Y creo que esos son los valores que quiero inculcarle a mi hijo: la confianza en sí mismo, sea quien sea”.
Casado desde hace cuatro años con Alizée Thevenet, a quien conoció en el South Kensington Club, gracias a uno de sus perros, el empresario celebra con gratitud el legado emocional que hoy transmite a su pequeño Inigo, quien en noviembre cumplirá dos años.
