Durante su reinado de 70 años, la reina Isabel II ha residido durante la mayor parte en el Palacio de Buckingham, sin embargo, hoy se cumple el fin de una era. Esto, tras darse a conocer la noticia de que la monarca se quedará a vivir en el castillo de Windsor.
La “mudanza” de la reina ocurrió de manera paulatina. Primero lo hizo de forma temporal al inicio de la pandemia para alejarse de Londres y prevenir un posible contagio. Y junto a ella se mudó en marzo de 2020 el duque de Edimburgo desde su casa en Norfolk.
Sin embargo, estos últimos meses la salud de la reina se ha resentido, a lo que se sumó su reciente contagio de COVID-19 hace algunas semanas, el que afortunadamente solo experimentó como una gripe común.
Ahora, The Sunday Times publicó que la monarca se queda en el castillo, el que hasta hace dos años solo era su residencia de fin de semana, donde pasaba unos días en Semana Santa y donde se instalaba en junio para ir a Ascot.
Al tema de su salud también se suman las reformas que se están realizando en el Palacio, y que al parecer se extenderían mucho más tiempo de lo esperado. Incluso, una fuente real explicó que está previsto que las reformas se prolonguen hasta 2027, «no es realmente un lugar para quedarse a largo plazo», señaló.
La misma fuente aseguró que Isabel volverá a Londres para compromisos ocasionales, como el servicio del Día de la Commonwealth el próximo 14 de marzo en la Abadía de Westminster, y la misa en memoria del duque de Edimburgo en la misma abadía unos días antes del primer aniversario de su fallecimiento, el 29 de marzo.
Además, todo parece indicar que también regresará a Buckingham para asomarse al balcón en la celebración de su cumpleaños número 96, mientras al mismo tiempo se llevan a cabo los festejos programados para conmemorar su Jubileo de Platino.