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Cuatro meses y medio han pasado desde la muerte de Matthew Perry. El actor fue encontrado sin vida en el jacuzzi de su casa de Los Ángeles. Posteriormente, la autopsia de rigor reveló que había fallecido a causa de la ketamina.
La ketamina es una sustancia que se utiliza en medicina y en veterinarios por sus propiedades sedativas, aunque sus efectos alucinógenos que también lo vuelven peligrosa cuando se consume como droga. Y aunque era de público conocimiento que Perry había sufrido de adicciones, los forenses no encontraron rastros de otro tipo de sustancias.
Durante las últimas horas, Kayti Edwards, ex novia y asistente de Perry, solicitó a la policía que reabra la investigación, y esto porque considera que hubo irregularidades en su muerte. Edwards, quien mantuvo una cercana amistad con el actor hasta sus últimos días, asegura que fue testigo de cómo el actor tenía personal médico “deshonesto” que le suministraba drogas.
Según explicó a The Mirror, ella vio de cómo el actor de Friends, le pagaba a enfermeras para que le suministraran hasta 50 pastillas de Vicodina al día. Kayti dijo estar segura de que algún médico o enfermera podría estar detrás de la misteriosa dosis de ketamina encontrada en el cuerpo de Perry.
La teoría de la ex pareja del actor hizo recordar el caso de Conrad Murray, el médico condenado por el homicidio involuntario de Michael Jackson en 2009. Recordar que el facultativo le administró al cantante una dosis de propofol que terminó con su vida. Habrá que esperar para saber si la investigación efectivamente se reabre.
