Kat Torres fue condenada a ocho años de prisión por trata de personas y esclavitud. La modelo brasileña, que tuvo un romance con Leonardo DiCaprio, reclutó a sus seguidores más fieles para trabajar con ella. En septiembre de 2022, dos mujeres brasileñas desaparecieron y el FBI comenzó una búsqueda desesperada. Ambas vivían con la influencer.
Su nombre real es Katiuscia Torres y nació el 24 de octubre de 1992. Tenía un sitio web de bienestar, donde le ofrecía a sus clientes videos de autoayuda sobre espiritualidad y negocios, así como programas sobre ejercicio, hipnosis y meditación. Por 150 dólares, podías tener una videoconsulta con Torres y la influencer prometía resolver tus problemas.
Una investigación de la BBC descubrió que las mujeres eran obligadas a trabajar en malas condiciones con la promesa de igualar su éxito. Desirrê Freitas y Letícia Maia estaban bajo el control de Torres.
La BBC recopiló el testimonio de Ana. No es una de las mujeres desaparecidas, pero fue víctima de la modelo. Según la publicación, fue clave en el rescate de las otras mujeres. “Ella parecía que había superado la violencia que sufrió en su niñez, el abuso, todo ese tipo de experiencias traumáticas. Ella fue portada de revistas y fue vista con gente tan famosa como Leonardo DiCaprio. Todo lo que vi parecía creíble”, explicó.
Ana se mudó a la casa de Torres, ubicada en Nueva York, en 2019. Aceptó cuidar sus animales, además de cocinarle, lavarle la ropa y limpiar por dos mil dólares mensuales. También tenía que estar siempre disponible para Kat, incluso debía ayudarla a ducharse. El lugar estaba sucio, desordenado y no se parecía nada a lo que mostraba en Instagram. “Pensaba estoy atrapada aquí, no tengo salida. Probablemente fui una de sus primeras víctimas de tráfico de personas”, admitió. Tres meses después logró escapar, gracias a su novio.
Por esa época, Kat Torres dejó California y se mudó a Austin, Texas. Desirrê Freitas y Letícia Maia se mudaron con la influencer. La primera vivía en Alemania y recibió una pasaje de avión luego de contarle a Torres que tenía pensamientos suicidas. La segunda, a los 14 años, comenzó tomar las clases de coaching de la modelo. “Con el paso de las semanas, Desirrê dice que Torres la presionó para trabajar en un club de striptease, diciéndole que si no lo hacía tendría que pagar todo el dinero que ella había gastado en ella en concepto de vuelos, alojamientos, muebles para su dormitorio”, asegura la BBC.
En ese momento Desirrê, además de no tener dinero, creía en los poderes espirituales de Torres, así que aceptó trabajar como stripper. “Era aterrador. Pensé que podría pasarme algo porque tenía toda mi información, mi pasaporte, mi licencia de conducir”, reveló. Otro factor que las atemorizaba era el marido, Zach (21). Él y Torres mostraban seguido sus armas en redes sociales.
La BBC aseguró que “si las mujeres no lograban cumplir las cuotas de ingresos que Torres fijaba, que iban de US$1.000 a US$3.000 por día, ellas no tenían permiso para volver a la casa esa noche, dicen las mujeres”.
En septiembre, la familia de Desirrê y Letícia realizaron una campaña después de no poder contactarlas durante tres meses. Fue Ana, quien ayudó a la FBI en su rescate.
“Más de 20 mujeres han reportado haber sido engañadas o explotadas por Torres. Muchas de ellas han sido contactadas por la BBC y aún están bajo tratamiento psiquiátrico para recuperarse de las experiencias que atravesaron”.