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En los tiempos que corren, es imposible afirmar que el hombre tiene reivindicaciones pendientes frente a la superioridad femenina. Sobre todo cuando es todo lo contrario, y la nueva fuerza con la que las mujeres están luchando por la igualdad de derechos así lo consigna. A pesar de esto, en la industria de la moda existe un área en la que el hombre sí está en desventaja frente a la mujer: el modelaje.
Ad portas de los años ’90, el modelaje masculino tenía estereotipos rígidamente establecidos. La ola del fitness heredada de los ’80 forjó rápidamente un culto generalizado al físico. Y en un abrir y cerrar de ojos, campañas hipersexualizadas con hombres semidesnudos inundaron avisos de ropa interior, jeans y perfumes. Sin embargo, en la llamada “era de las top models”, el modelaje masculino quedó eclipsado frente a nombres como Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Naomi Campbell, Linda Evangelista, entre muchas otras que marcaron la época.
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Desde entonces, hasta nuestros días, los modelos masculinos se han vuelto escasos. Noah Mills, David Gandy, Tyson Beckford y Mark Vanderloo, son algunos de aquellos modelos que se mantienen fieles a su profesión. Y nunca han dejado de tener la misma exigencia física y anímica que sus contrapartes femeninas. No obstante, las brechas salariales suelen ser abismales, los modelos masculinos ganan 14 veces menos que las mujeres en su rubro. Sólo en 2017, Kendall Jenner fue la modelo femenina mejor pagada: 22 millones de dólares. Su contraparte, el modelo Sean O’Pry, registró el mismo año: 1,5 millones de dólares.
Aun cuando la moda masculina ha crecido en la última década, el público femenino es el que compra más y más caro. Es por esto que algunos modelos masculinos, como los españoles Jon Kortajarena y Andrés Velencoso, son clarísimos al señalar al modelaje como primera parada en el mundo del espectáculo. Considerando el crecimiento de campañas que utilizan a celebridades en lugar de modelos, para aprovechar su popularidad digital, podríamos asegurar que los top models masculinos van a la baja. Y seguramente nos será difícil ver la carrera de un modelo ascender de manera astronómica en un futuro.
¿Es realmente el modelaje el primer peldaño para desarrollar una carrera?
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