2023 fue un año cargado a las rupturas, y aunque todas se lamentan hay algunas que no veíamos venir. Como la de Hugh Jackman y Deborra-Lee Furness, después de casi 30 años de matrimonio. Un vínculo pasó del amor en pareja a una relación de amistad, pero que en su momento aseguraron estar enfocados en el bienestar de sus hijos Oscar y Ava.
Fueron más o menos esas las palabras de la ex del actor en una radio australiana cuando se le preguntó por su familia. Sin embargo, el foco de atención de los niños a Jackman cambió. Y es que son ellos los que están preocupados por el estado de ánimo de su padre.
Lo vimos sonriente y elegante en la MET Gala, mientras prepara el estreno de Deadpool vs. Wolverine junto a Ryan Reynolds. Además, prontamente iniciará el rodaje de la nueva versión de Robin Hood. Por su parte, Oscar y Ava están pensando en un “plan para salvar a papá”. Algo que el entorno del actor filtró a la revista australiana Woman’s Day.
Todo tiene que ver con su, según ellos, notoria baja en el ánimo. Es por esto que sus hijos quieren que vuelva a ser el mismo papá alegre, bromista y divertido que ha sido siempre. Un cambio que se ha modificado desde la separación con la madre de los chicos. Una fuente cercana a la familia ha detallado que sus hijos lo conocen mejor que él así mismo y que “no dejan de sorprenderlo”.
La propia Furness también habló con Woman’s Day y dijo que Hugh con sus hijos “se han vuelto más cercanos de lo que nunca podría haber imaginado y puede confiar en ellos, lo que antes hacía conmigo”. El pacto de divorcio que firmaron Hugh con Deborra incluye algo así como 220 millones de euros, con bienes e inmuebles en Estados Unidos y en Australia, todo a repartir.