Rosa la, hija de Javiera Díaz de Valdés y Pablo Mackenna ha compartido anteriormente su deseo de seguir los pasos de su mamá. Pero ahora, la adolescente de 16 años lo tiene más claro que nunca.
El pasado martes, Pablo Mackenna fue visto en la avant premiere de la película Malas Costumbres, donde tiene una breve aparición. Pero no fue solo, ya que su hija Rosa lo acompañó al evento.
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En medio del estreno, Rosa compartió con Página 7 su entusiasmo por el mundo del cine. “Bueno, mi mamá es actriz, así que el cine siempre ha sido una parte importante de mi vida que me encanta”, expresó.
“Hice una película hace poco, que se estrenó el año pasado en México, dirigida por Gabriela Sobarzo (Malcriados)”, reveló. Y aseguró que le encanta acompañar a su padre a eventos como este, ya que se considera “su partner”.
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Cuando se le preguntó sobre sus planes futuros, Rosa no dudó en expresar su deseo de seguir los pasos de su madre y estudiar Teatro. “Sí, siempre he querido estudiar Teatro, pero ahora más que nunca es un sueño”.
“Ojalá que funcione todo bien y, al salir del colegio, estudiar y dedicarme a eso. Y hacer los mayores proyectos posibles y estar siempre ahí en la pantalla, lo más posible“, compartió con entusiasmo.
Por su parte, Mackenna, que es presentador de televisión y escritor, aseguró: “Mira, uno piensa que son cosas heredadas”. Sin embargo, señaló que “la niña fue histriónica a pesar de nosotros, algo lleva en la sangre”.
“Le gusta, pero creo que hay cosas importantes antes: el colegio, por ejemplo. Pero sí, que sueñe en grande, lo encuentro maravilloso“, añadió. Y aprovechó de mencionar el talento artístico y comunicacional que Rosa heredó de él.
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“Siempre me ha gustado escribir”, reconoció ella, detallando que hace poemas desde hace mucho tiempo. “No me voy a dedicar a eso, pero para pasatiempo me encanta y siempre me ha gustado escribir”.
“Me encantan los poemas y todo lo que tenga que ver con la literatura”, aclaró Rosa. “Es una niña llena de talento, un milagro. Generación espontánea… todo eso, a pesar nuestro”, concluyó Pablo.