Billy Joel no está listo para despedirse de los escenarios. A sus 76 años, el cantante y pianista fue diagnosticado con hidrocefalia de presión normal (NPH, por sus siglas en inglés), una condición neurológica que implica una acumulación anormal de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos cerebrales, afectando funciones clave como el equilibrio, la audición y la visión.
La noticia, revelada el pasado viernes 23 de mayo, vino acompañada de la cancelación de todas sus fechas de conciertos programadas hasta 2026. Lejos de una despedida definitiva, esta pausa representa un llamado urgente a priorizar la salud.
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“Él es más feliz cuando está actuando”, explicó una fuente de la industria musical a People. “La música es, ha sido y siempre será su vida. No está listo para retirarse”. Una declaración que encuentra eco en su círculo íntimo: “No se va a retirar y espera poder retomar sus presentaciones a medida que avance su recuperación”, afirmó otra fuente cercana al artista.
En medio del proceso de recuperación, Joel se encuentra bajo supervisión médica y sometiéndose a fisioterapia. Un comunicado compartido en su cuenta de Instagram confirmó que los especialistas le recomendaron “abstenerse de actuar durante este periodo de recuperación”. Sin embargo, el artista mantiene intacta su gratitud y determinación: “Estoy sinceramente apenado por decepcionar a nuestra audiencia, y gracias por su comprensión”.
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La hidrocefalia no es la primera dificultad que Joel enfrenta este año. En febrero, sufrió una caída sobre el escenario del Mohegan Sun, en Connecticut, tras perder el equilibrio mientras lanzaba un pie de micrófono. Aunque se recuperó en el acto y continuó el show, semanas después anunció la postergación de todas sus presentaciones hasta junio debido a una “condición médica”.
“Si bien lamento tener que posponer presentaciones, mi salud debe ser lo primero”, expresó entonces. “Espero con ansias volver al escenario y compartir la alegría de la música en vivo con nuestros maravillosos fans. Gracias por su comprensión”.
El anuncio de la cancelación de sus shows, provocó una inmediata reacción de apoyo por parte de sus seres queridos. Su esposa, Alexis, compartió una imagen familiar junto a sus hijas, Della y Remy, y escribió: “Bill es amado por muchos y, para nosotros, es un padre y esposo que está en el centro de nuestro mundo. Tenemos esperanza en su recuperación. Esperamos verlos a todos en el futuro”. Su hija mayor, Alexa Ray, también se sumó con un retrato pintado a mano junto al cantante: “¡Te amamos y estamos contigo, papá!”.
