La biografía no autorizada y best seller Finding Freedom: Harry and Meghan and the Making of a Modern Royal Family revela los entretelones de los hechos que culminaron en el llamado Megxit, el 8 de enero de este 2020. Aunque el libro fue escrito por una pareja de amigos suyos, se supone que los Sussex no participaron.
Una actriz norteamericana y un querido príncipe inglés en una relación amorosa. Una noticia sin precedente que estalló y dio la vuelta al mundo en tan sólo segundos. A partir de ahí, y como era de esperarse, la locura de los medios creció sin límites, como una bola de nieve que termina en una avalancha a la cual pocos sobreviven.
Titulares sobre el compromiso, la boda real, el nacimiento de su hijo Archie y cada una de las polémicas familiares tapizaron la prensa internacional. El excesivo interés de los medios hizo que Harry (de cumpleaños este 15 de septiembre) se viera obligado a revivir una y otra vez la trágica experiencia vivida por su madre, Diana de Gales. Pero el nieto de la reina Isabel II no estaba dispuesto a repetir la historia y, anteponiendo la seguridad de su familia y la vida ‘más normal’ que siempre quiso llevar, tomó un camino que los Windsor no esperaban. O quizás veían venir pero no lo quisieron asumir.
“Si la avalancha es lo bastante grande, hasta las piedrecitas cuadradas ruedan”, dice el escritor británico Terry Pratchett, y en este caso las ‘piedrecitas’ terminaron al otro lado del océano, sin los títulos de altezas reales y con una biografía no autorizada que revela los detalles de lo ocurrido antes del 8 de enero de este 2020, cuando Meghan Markle y el príncipe Harry se despidieron de la corona.
Finding Freedom: Harry and Meghan and the Making of a Modern Royal Family, la biografía y best seller escrita por Omid Scobie y Carolyn Durand, se convirtió en uno de los libros más esperados del año y aun cuando ambos autores son considerados amigos de los duques de Sussex, aclara rumores y conceptos erróneos sobre la pareja y su vida en los últimos años.
Scobie y Durand son dos testigos de lo que aseguran “es una hermosa historia de amor, la historia de dos personas que se enfrentaron contra el mundo para crear una vida que funcionara para ellos y que les permitiera prosperar”. Con la ayuda del círculo más cercano de Meghan y Harry, estos escritores han dado al mundo la verdad o, por lo menos, lo más cercano a ella.
Es una biografía no autorizada y sin participación de los principales protagonistas, así lo confirmó el propio Omid Scobie en el programa británico Lorraine; aclaró que no hubo encuentros “secretos” entre ambas partes, pese a que contaron con “asientos de primera fila” en cada una de las apariciones públicas de Meghan y Harry. También tuvieron acceso a sus ayudantes y confidentes, lo que les permitió formarse un “retrato equilibrado” de la pareja.
“Es muy importante recalcar que esta es una biografía no oficial y no autorizada. Si bien es cierto que conocíamos los temas sobre los que escribíamos, también era importante establecer cierta distancia con la pareja. Al final, lo que quieres lograr es proporcionar un retrato equilibrado y objetivo de quienes son”, agregó.
Fueron dos años y más de 100 personas entrevistadas para dar a conocer un lado de la historia. Según los autores, el libro aclara rumores y pretende “humanizar” a Markle. “La han tratado como cualquier cosa y no como una persona”, comentó Scobie en su podcast The HeirPod.
COMIENZAN A RODAR LAS PIEDRAS…
La primera cita duró algo más de tres horas y el duque de Sussex comentó a sus amigos que la actriz era “la mujer más hermosa del mundo”. Al poco tiempo, la invitó a África, un lugar muy importante para él y su madre.
El destino elegido fue Botsuana. De ahí el especial lugar que ocupa la nación africana en el corazón de la pareja; el anillo de compromiso de Meghan, contiene una piedra procedente de ese país. En ese tiempo, la todavía actriz reveló a una amiga que nunca se había sentido tan segura ni “tan cercana a alguien en tan poco tiempo”.
La biografía también revela la cuenta secreta de Instagram que usaba el príncipe Harry, @SpikeyMau5, cuando salía con Meghan. Y según alguna de las fuentes, él fue el primero en decir “te amo”. Meghan respondió de inmediato: “Yo también te amo”.
Sobre el compromiso oficial, los autores sugieren que era una realidad desde su primera aparición pública en los Juegos Invictus, en Toronto, en septiembre de 2017. Algo que quizás revelaron sin querer en una entrevista; dijeron que se habían comprometido, mientras cocinaban, hacía “algunas semanas” en una cabaña del Palacio de Kensington.
Pero la avalancha comenzaría a tomar forma una vez que la estadounidense llegara a puertas del palacio. El estilo de Meghan llamaba la atención, y no siempre para bien. Por ejemplo, en un momento fue criticada por el uso de un collar con las iniciales “H” y “M”. “Se le advirtió que llevarlo sólo funcionaba para alentar a los paparazzi a seguir buscando esas imágenes y nuevos titulares”, dicen Scobie y Durand.
MEGHAN VS. WILLIAM
Una de las grandes murallas con las que se encontró la duquesa de Sussex al llegar a Inglaterra, no fue precisamente la reina Isabel II o el príncipe Carlos. Según Finding Freedom, el príncipe William no habría sido el mejor anfitrión y habría aconsejado a su hermano de “llevar las cosas con calma”.
Las fuentes dicen que las palabras precisas fueron “tómate todo el tiempo que necesites para conocer a esta chica”, algo que ofendió a un príncipe que había pasado diez años en el ejército, donde aprendió a no tener juicios sobre las personas según raza, clase o profesión.
Sin embargo, aun cuando fue el primogénito el que manifestó sus dudas ante la actriz, los ojos se pusieron en Kate Middleton, quien no manifestó interés por conocer de verdad a Meghan; aunque le habría hecho saber a la actriz que “siempre podía contactarla si necesitaba algo”, eso no perduró en el tiempo.
El libro afirma que el deterioro de la relación entre estas dos parejas estaba en su peor momento antes de la boda real en 2018. “Aunque Meghan pudo haber entendido la cautela de Kate para entablar una amistad significativa, ni siquiera fueron cercanas cuando ella era un miembro de la familia real y la esposa del hermano de William”.
Las duquesas no tenían una relación de amigas, pero “no estaban en guerra entre sí”. Se esforzaron por mantener actividades en con- junto y se dejaron fotografiar (el 9 de marzo de este año) en el último acto oficial de los Sussex para el servicio del Día de la Commonweal- th en la Abadía de Westminster. Allí apenas cruzaron palabras y miradas; habría sido el final del capítulo.
A diferencia de los duques de Cambridge, el príncipe Carlos siempre fue acogedor, incluso ella llegó a considerarlo como un “segundo padre”. Por su parte, la reina le ayudó con el protocolo y
la definió como una persona “muy inteligente y buena”. En su primer encuentro, “mientras los perros yacían a sus pies y movían la cola, ella también se sintió cómoda con la reina, tan cálida y cariñosa como Harry le había dicho que sería su abuela. La conversación fluyó naturalmente”, destacan los autores.
A los ojos de los británicos, la poca o mala relación de los hermanos podía terminar con la monarquía. Si bien eso no ocurrió, definitivamente reafirmó las profundas intenciones de Harry: dejar la realeza.
LA SALIDA
Pero los planes de alejarse del palacio de Buckingham siempre estuvieron en la agenda de la pareja. El 8 de enero de este año los rumores se hicieron realidad. Meghan y Harry anunciaron su intención de dejar de ser miembros senior de la familia real británica.
Las polémicas de la familia Markle, el asedio de los medios, el nacimiento de Archie y la precaria relación entre los ducados (Sussex y Cambridge), daban las señales de una decisión que Harry habría tomado meses antes.
Luego de la gira por África y la Navidad en Canadá, Harry manifestó la intención de lo que al final el mundo llamó “Megxit”. Según el libro, fueron funcionarios del palacio los que “bloquearon” al príncipe para que no hablara con su abuela antes; le dijeron que no podrían reunirse con ella antes del 29 de enero. Sin embargo, se filtró el correo de la pareja notificando a la reina de su decisión. Si bien se dijo que la filtración habría sido “a propósito” para agilizar el proceso, los duques de Sussex lo negaron. Lo que pasó a partir de ese minuto fue público.
Para los autores del libro, la decisión provenía del príncipe Harry. “Fundamentalmente, Harry quería marcharse”, dijo una fuente a los periodistas. “En el fondo él siempre estaba luchando dentro de ese mundo. Ella le abrió la puerta”.
La avalancha pasó y los miembros de la familia real británica se mantuvieron en pie. En la actualidad, Meghan y Harry rearman su vida en Santa Bárbara, Estados Unidos, y poco a poco comienzan a realizarse, felices, como libres ex royals.