Cuando naces dentro de la realeza, tu lugar dentro del organigrama royal está asignado. Y a menos que pasen muchas cosas, ocurran inconvenientes y alguno que otro asunto inesperado, tu futuro está claro y definido. En el caso del segundo hijo de Carlos y Diana, es el sexto en la línea de sucesión al trono, por lo que la corona ni si quiera se asoma en el panorama.
Si bien años atrás Harry disfrutó de ser el “segundón”, en el buen sentido de la palabra, su actitud más reciente pareciera demostrar lo contrario. El duque de Sussex siempre tuvo “más libertades” si lo comparamos con su hermano, el príncipe William. Y si lo llevamos al 2018, lo dejaron casarse con la mujer que eligió para compartir el resto de su vida, Meghan Markle, quien además es actriz y norteamericana.
Sabemos que el Megxit tuvo como motor principal proteger a Archie del asedio de la prensa. Pero hoy vemos al príncipe Harry más a menudo que nunca en los medios, y no precisamente contra su voluntad. Años atrás hubiese sido raro ver a algún miembro royal sentarse a hablar frente a la cámara, sobre todo si nos referimos a la corona británica. Sin embargo, en los dos últimos meses el duque de Sussex ha hecho grandes apariciones. Primero, en la polémica entrevista con Oprah Winfrey. Y ahora, junto a la misma, hace fuertes e íntimas revelaciones en el documental The me you can’t see que han producido en conjunto.Y a esto debemos sumarle también el podcast sobre salud mental en el que se refirió a la vida en el palacio como la mezcla perfecta entre el Show de Truman y un zoológico.
Pareciera que el rol de “segundón” tras bambalinas no le acomoda a Harry, y si bien lo practicó durante mucho tiempo en silencio como miembro royal senior, hoy, en otra posición, ha decidido hacer lo que le plazca. En este caso, la polémica, la televisión y desnudar a su familia han ocupado completamente su agenda oficial.
En la docu serie co-producida con Winfrey, el hijo menor del príncipe Carlos ha hecho grandes revelaciones. Al tratarse sobre la salud mental y cómo puede afectar tu vida, Harry se refiere particularmente a Lady Di, su muerte y el trauma que significó para él, siendo un niños de tan solo 12 años. “Tuve que compartir el duelo por la muerte de mi madre con el mundo entero”, y agrega, “mostrando solo un décimo de la tristeza que todos los demás mostraban: Era mi mamá, ustedes nunca la conocieron. Estaba tan enojado con lo que le había ocurrido y no había justicia, para nada. Nada salió de eso”.
Luego de la muerte de Diana, y con los años, conoceríamos el lado más polémico del nieto de la reina Isabel II y al fiestero número uno. Dueño de lo titulares de los tabloides británicos, más allá de su rebeldía aparente, el pelirrojo no sabía qué hacer con su pena. Por lo mismo, la forma que encontró para luchar contra esta “ansiedad” , fueron precisamente las drogas y el alcohol. “Quería beber. Quería drogarme. Quería probar y hacer cosas que me hicieran sentir menos lo que estaba sintiendo… Probablemente me bebía en una noche de viernes o sábado, lo que hubiese bebido en una semana. Y bebía no porque lo disfrutara, si no porque trataba de ocultar algo”, confiesa en el primero episodio de The me you can’t see.
Debido a la trágica muerte de la princesa Diana, tanto William como Harry siempre han estado relacionados a instituciones y movimientos sobre salud mental y todo aquello que motive hablar sobre dichos problemas. Sin embargo, y según el documental, Harry habría sido algo así como un cura Gatica… quien predica, más no practica. Esto, porque reveló que decidió hacer terapia, recientemente, porque su esposa Meghan Markle se lo sugirió tras una discusión.
“Sabía que si no hacía terapia y me trataba, terminaría perdiendo a esta mujer con la que me veo pasar el resto de mi vida. Cuando ella dijo, ‘creo que necesitas ver a alguien’, en reacción a una discusión que tuvimos… siento que volví al Harry de 12 años. En el momento que empecé la terapia, durante la segunda sesión, mi terapista me dijo que sonaba como si fuese el Harry de 12 años”, reveló el nieto de Isabel II. Además, detalló que el terapista le explicó que nunca pudo procesar su trauma de niñez. “Ese fue el comienzo de un viaje de aprendizaje para mí… Era como si hubiese estado atrapado en un pensamiento o idea”, sentenció.
También se refirió a los pensamientos suicidas de su esposa, algo que ambos revelaron en la polémica entrevista junto a Oprah Winfrey. Harry confesó que aquello despertaba a Meghan durante la noche, y que la única razón por la que no ocurrió nada, fue precisamente por él. “Por lo injusto que sería para mí luego de todo lo que pasé con mi mamá, ponerme nuevamente en la posición de perder una mujer en mi vida, embarazada, y de nuestra hija”. Además, confesó que si bien tenía mucho miedo de volver a Londres para el funeral de su abuelo, la terapia lo hizo muchísimo más fácil.
Harry considera que tiene mucho de su madre en él, y afirmó en el programa que “la única forma de liberarse y abrirse es contar la verdad”. Quizás esa sea la razón de sus cada vez más polémicas apariciones en los medios, algo de lo que rehuyó por tanto tiempo. O bien, su propia familia.
Su comparación más cercana es su hermano mayor, el príncipe William. Quien sí tiene un puesto asegurado en la corona y lidera todos los rankings de popularidad en la realeza. Y mientras el duque de Cambridge pavimenta su camino al trono, no comete errores y funciona como reloj suizo. Desde el otro lado del océano Harry eligió su propio camino, uno sobre el cual no hay precedentes, ni mucho menos nadie que le diga qué hacer, dónde pararse y a quién saludar.
Y es que si bien la decisión de apartarse del mundo royal fue de él, pareciera que no fue suficiente, y en cada nuevo programa y entrevista, mientras el asegura estar “liberándose”, expone fuertemente a su familia en una rebelión que parece estar solo comenzando.
Ahora muchos se preguntan ¿qué es lo que busca el príncipe Harry? ¿Es una rebelión del ‘segundo a bordo’?