Revista Velvet | Haciendo historia: las anécdotas de la coronación de la reina Isabel II
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Haciendo historia: las anécdotas de la coronación de la reina Isabel II

Haciendo historia: las anécdotas de la coronación de la reina Isabel II
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Haciendo historia: las anécdotas de la coronación de la reina Isabel II

POR Carlos Loyola Lobo | 08 septiembre 2022

Isabel nació siendo la primogénita de Elisabeth y Jorge, tercera en la orden de sucesión al trono, con escasas posibilidades de alcanzarlo. Eso, hasta que su tío, fiel al amor que le confirió a la norteamericana Wallis Simpson, decidió abdicar en el trono, dejando al padre de Isabel a cargo del Estado de Inglaterra. Eso, significó que la siguiente al mando fuese ella. De eso ya se cuentan siete décadas y hoy, a sus 96 años, Isabel II deja la corona tras su fallecimiento en Balmoral. 

Con motivo de su fallecimeinto, hemos querido recordar momentos especiales de lo que fue ese día histórico de la monarca más longeva del mundo.

El día de la coronación

El 2 de junio de 1953 se celebraba la coronación de Isabel II. En esta imagen, la Familia Real saluda desde el balcón del palacio de Buckingham después de la ceremonia. De izquierda a derecha y rodeando a la recién coronada: su hijo, el príncipe Carlos, la princesa Ana, el príncipe Felipe de Edimburgo y la Reina Madre. La princesa Margarita se encuentra en el grupo de ladies a la izquierda.

El orbe y la corona imperial

Una sonriente reina a su llegada a Buckingham Palace desde la abadía de Westminster. La monarca, recién coronada, carga la corona imperial y el orbe: una esfera de oro hueca con gemas en el medio y su meridiano que simboliza su papel de defensora de la fe.

Un evento histórico y masivo

8.000 invitados asistieron a la ceremonia en el interior de la abadía de Westminster, cuya capacidad era para 2 mil personas lo que ocasionó problemas de logística como la instalación de baños portátiles en los patios de la abadía (que estaban forrados con terciopelo azul) o la contratación de un asistente de 1,50 metros de altura para poder situarlo en un pequeñísimo espacio en medio del coro. Se le vistió de frac como los cantantes para que no se distinguiera de ellos.

La ceremonia más vista del siglo

Fue la gran ceremonia de coronación del siglo. Se cuentan en casi 27 millones de telespectadores que la vieron por televisión y más de 11 millones que la escucharon por radio. Se acreditaron más de 2000 periodistas y 500 fotógrafos de 91 países. En la imagen, el público instalado en Marble Arch. Algunos usan binoculares para obtener mejores vistas.

La carroza dorada

Llamada así por el pan de oro que decora su exterior, fue construida en los talleres de Samuel Butler en 1762 y pesa 4 toneladas, y las gárgolas de las esquinas simbolizan el poder del imperio británico.

Los ensayos

Los guardianes custodios, también conocidos como Beefeaters, durante un ensayo el 29 de mayo de 1953. La propia Isabel, consciente de la importancia de su coronación, autorizó su transmisión televisiva por lo que hubo que hacer ensayos durante los días previos.

El inédito gesto de Felipe

La reina, que viste el manto de la coronación y la corona Imperial, posa junto al Duque de Edimburgo. Los príncipes consortes de las reinas coronadas no tenían ningún papel en la ceremonia pero el príncipe Felipe de Edimburgo fue el primero, luego del arzobispo de Canterbury, en prestar homenaje a la nueva reina.

La foto familiar

La imagen muestra a una sonriente Isabel II con los miembros de la Familia Real en el salón del trono del Palacio de Buckingham. Delante de la reina se ubican el príncipe Carlos y la princesa Ana. Detrás de la monarca, su marido, el Duque de Edimburgo. A su derecha, la princesa Margarita y a su izquierda la Reina Madre.

El retrato oficial

Isabel lleva la corona de Eduardo el Confesor, realizada para la coronación de Carlos II en 1630 ya que la original había sido destruida. La reina lleva además un collar que es en realidad una tiara y los aros art déco que heredó su madre de la socialité y millonaria Margaret Helen McEwan Anderson Greville y que se consisten de diamantes tallados en todas las formas de talla conocidas hasta entonces.

Los significados de cada elemento

Todos los aspectos simbólicos de la coronación, tanto espirituales como terrenales, fueron cuidadosamente respetados. En la imagen, la reina carga la espada ceremonial y el cetro, entre el arzobispo de Canterbury y el duque de Norfolk, entre otros.

Un aburrido Príncipe Carlos

La reina madre Elisabeth Bowes-Lyon, una aristócrata escocesa sin sangre real, se convirtió durante el reinado de su marido, Jorge VI, en el baluarte de la monarquía británica luego del escándalo que acarreó la abdicación de Eduardo VIII. En la imagen, el día de la coronación, la reina Madre junto a la princesa Margarita y a su nieto Carlos, al igual que Louis, su nieto 70 años después, aburrido y que había recibido una invitación pintada a mano expresamente diseñada para él.

Una iluminación especial

La reina, ya caída la noche, inauguró la iluminación especial del Palacio de Buckingham y de las calles colindantes al lugar.

Lo que no se vio

Aunque la transmisión fue en blanco y negro, la grabación, hecha en color, muestra el color púrpura de los terciopelos de los asistentes y el dorado de los atuendos de la reina destacan sobre la opaca solemnidad de la iglesia.

El simbolismo del anillo

El retrato oficial de la reina con todos los símbolos de su poder: la corona imperial, el cetro, el orbe y el anillo imperial. Dice la tradición que cuanto más duela el anillo, más largo será su reinado.

El vestido

Todos los países de la Commonwealth estaban representados en el vestido: la rosa de los Tudor por Inglaterra, el cardo de Escocia, el puerro de Gales, el trébol de Irlanda del Norte, el zarzo dorado de Australia, el loto de India y Ceilán; el trigo, el algodón y el yute de Pakistán.

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