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En el 2000, una serie que relataba los amores y desamores de una madre soltera y su hija adolescente, marcó a toda una generación, y en 2021 Netflix quiso repetir la fórmula, pero intentando que la nueva producción brille con luz propia.
Hablamos de Gilmore Girls y Ginny & Georgia. Dos series en donde la relación madre e hija es el eje de la trama y retrata los problemas de convivir con una adolescente de 15 años que está en busca de su identidad.
La madre (Georgia Miller), de tan sólo 30 años, hará todo lo posible por darle lo mejor a sus hijos (Ginny y Austin), aún si eso implica huir junto a ellos de un lugar a otro, mentir, cambiar de identidad e incluso matar. Todo debido a problemas que arrastra desde su adolescencia y que no le han permitido echar raíces. En tanto su hija (Ginny), intentará encajar en su nueva escuela, con la idea de tener, por fin, amigas de verdad, y una “vida normal”.
En la ficción, Georgia hace una referencia a la exitosa serie de Amy Sherman-Palladino: “Somos como las chicas Gilmore, pero con más tetas”. Y tras ver toda la primera temporada, es inevitable coincidir con su particular frase.
Ambas series tienen como tema principal a mujeres que fueron madres adolescentes (15 y 16 años), que se enfrentaron a distintas complejidades debido a esta situación, y que además tienen un sinfín de carencias.
Eso sí, a diferencia de Lolerai Gilmore, que tiene a sus padres presentes, para Georgia sus padres están “muertos”, ya que su madre fue adicta a las drogas y dejó que su padrastro abusara de ella.
En cuanto a la relación con sus hijas, podríamos decir que las Miller son amigas, pero no tienen esa complicidad ni la codependencia que encontrábamos en las Gilmore. Además, Georgia es una mujer mucho más libre, con experiencia en relaciones románticas. En ese sentido no hay nada de Lorelei en ella, y por lo mismo la comunicación que tiene con su hija es totalmente distinta, ya que pueden abordar temas como el sexo, las drogas, el alcohol, y hablar sin tapujo de lo que quieren para el futuro, sin contemplar el ingreso a una Universidad, no así el caso de las Gilmore que luchan para que Rory pueda estudiar en Harvard.
La serie juvenil número 1 en Chile toca temas actuales y relevantes para los adolescentes, encarnados por Ginny y sus amigos que también deben lidiar con sus respectivos problemas personales y de autoevaluación, profundizando en la autolesión y cómo esta pasa desapercibida por los padres, e incluso por los mismos amigos.
También toca los trastornos alimenticios y el trastorno dismórfico corporal, además de visibilizar problemas raciales que aún siguen existiendo.
Independiente de los conflictos expuestos, la serie es divertida y logra tener una esencia propia y un guión lo suficientemente sólido para tener varias temporadas más. Así que Netflix, definitivamente lo logró otra vez.
