George Clooney atraviesa una etapa de redefinición personal y profesional. A los 64 años, el actor reconoce que su imagen de galán romántico pertenece al pasado y que ha decidido cerrar definitivamente ese capítulo de su carrera. Tras conversarlo con su esposa, la abogada Amal Clooney, el intérprete asegura que no volverá a protagonizar escenas románticas que impliquen besar a mujeres en pantalla.
Con una filmografía marcada por comedias románticas y personajes carismáticos que compartieron escena con figuras como Julia Roberts o Catherine Zeta-Jones, Clooney explicó que hoy su edad ya no dialoga con ese tipo de roles. En conversación con Richard Eden, de Daily Mail, fue claro al respecto: “He estado tratando de seguir el camino que tomó Paul Newman: ‘Bueno, ya no voy a besar a una chica más’“.
Ver esta publicación en Instagram
Lejos de plantearlo como una renuncia amarga, Clooney habla del envejecimiento desde la lucidez. El actor relató que este proceso fue conversado abiertamente con Amal cuando cumplió 60 años. “Cuando cumplí 60, tuve una conversación con mi esposa. Le dije: ‘Mira, todavía puedo jugar básquetbol con los chicos. Juego con tipos de 25 años'”, recordó.
Sin embargo, también fue consciente de los límites que impone el tiempo. “‘Todavía puedo seguirles el ritmo, estoy en forma. Pero en 25 años voy a tener 85. No importa cuántas barritas de granola comas, ese número es real'”. Para Clooney, la clave está en asumir esa realidad sin nostalgia innecesaria y ajustar sus decisiones profesionales a una etapa más reflexiva.
Con más experiencia y estabilidad económica, Clooney asegura que hoy puede ser selectivo con los proyectos que acepta, algo impensado en sus primeros años en Hollywood. Recordó con ironía el entusiasmo con el que celebró haber sido elegido para Batman & Robin en 1997, un rol que entonces parecía un gran salto y que con el tiempo se transformó en una lección de humildad.
Esa revisión vital también se ha traducido en un cambio radical de escenario. Junto a su familia, el actor dejó atrás Los Ángeles para instalarse en una granja en Francia, buscando una vida más tranquila y lejos del escrutinio constante. En entrevista con Esquire, explicó el por qué de su decisión. “Me preocupaba criar a nuestros hijos en Los Ángeles, dentro de la cultura de Hollywood”. Y añadió: “Sentía que nunca iban a tener una oportunidad justa en la vida”.
Según Clooney, el contraste cultural fue decisivo. En Francia, dice, “no les importa un carajo la fama”, una distancia que considera saludable para el desarrollo de sus hijos. “No quiero que los comparen con los hijos famosos de otras personas”, concluyó, dejando claro que, más allá de los focos, su prioridad hoy está puesta en una vida familiar protegida y en proyectos que dialoguen con la etapa que atraviesa.
Ver esta publicación en Instagram
