Revista Velvet | Genética vs. cuerpo fit
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Genética vs. cuerpo fit

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Genética vs. cuerpo fit

POR Sole Hott | 03 septiembre 2020

Si hay algo contra lo que no se puede ir es contra la genética. Y si te sacas literalmente la mugre entrenando y no vez aparecer ese six pack, aún cuando llevas una alimentación saludable, la respuesta está en tu anatomía. Y no hay más.

Puedes ponerte en forma, mantener una dieta, lograr definir ciertas zonas, etc. Pero la genética pone sus límites, y ni el mejor cirujano puede contra eso. Tu anatomía es la que define el tipo de musculatura que puedes llegar a tener, y también cómo debes trabajar para lograrlo.

La genética tiene mucho que decir y para comenzar, algo tan simple como la estatura. Los cánones de cuerpo fit abundan, el problema es que es muy diferente en una persona que mide 1,90 a una que mide 1,55. Las proporciones evidentemente no son las mismas, y el esfuerzo requerido tampoco.

¿Puedo tener músculos de aviso publicitario? Tal como dice Alejandro Jodorowsky, “donde mejor canta un pájaro, es en su árbol genealógico”. Mira en tu familia, ¿hay musculosos? ¿Cómo son las anatomías de tus cercanos? la respuesta está ahí.

Y no es lo único que depende de nuestros antepasados, según algunos estudios, la miostatina también es dictada por la genética. Una proteína reguladora del crecimiento muscular y óseo, que limita su expansión. Y que podría estar relacionada también con el aumento de tejido graso. Sin embargo, aún cuando todo indica que hay una conexión, todavía no lo han comprobado oficialmente.

Pero más allá de toda aspiración y explicación científica, los expertos lo aclaran de forma simple. Existen tres tipologías de cuerpo: ectomorfos, mesomorfos y endomorfos. Y según esto, puedes hacerte la idea de cuánto pasarás en el gimnasio sin ver el six pack.

El ADN contiene toda la información sobre nuestro organismo, entre ella, determinas la proporción de fibras musculares, que son de dos tipos: las rojas o de contracción lenta, que te dan resistencia, y las blancas o de contracción rápida, incrementa el volumen muscular. Los genes también dictan la facilidad para ganar o perder grasa corporal y la longitud de las extremidades, entre otros.

MESOMORFO

Este reúne a la mayoría de las personas. Ganan masa muscular fácilmente, y no acumulan grasa rápidamente. Por lo que su esfuerzo en el gym y en la mesa se ve recompensado, y necesitan menos repeticiones que otros.

ECTOMORFO

Hueso finos, livianos y largos. No acumulan grasa con facilidad, pero tampoco masa muscular. Y se cree que es debido a una predominante fibra muscular roja, menos tamaño muscular, pero más resistencia. No serán voluminosos, muscularmente hablando, pero si fibrosos, por lo que suelen definir el cuerpo rápidamente.

ENDOMORFO

Huesos gruesos y aspecto redondeado. Les cuesta ganar músculo y acumulan grasa apenas dejan la dieta. Si bien muchas personas se “autodiagnostican” endomorfos, los expertos aseguran que muchas veces son mesomorfos con una mala alimentación y con tendencia al sedentarismo. Por lo que en este caso no solo el ejercicio es esencial, sino que además combinar alta intensidad con cardiovascular, para quemar calorías y mejorar musculatura.

Los especialistas enfatizan en la genética como base, pero en el esfuerzo como práctica. Y coinciden en que no todos nacieron para hacer deporte y dietas, por lo que algunos caen en las cirugías. Sin embargo, aseguran que una intervención  puede hacer cambios, pero no milagros. Hoy es posible tener un six pack por cirugía estética, pero se hace con la misma grasa del paciente, y si sube de peso, aseguran quedará el six pack sobre la guata. Lo mismo que una liposucción, por mejor hecha que quede, si la persona no se cuida… habrá botado plata a la basura.

Para los expertos la opción no es el atajo, sino más bien mirar la genética y en base a nuestro tipo de cuerpo, seguir una dieta y un plan de ejercicios apropiado, y así no sudar en vano.

 

Fotos: sheKnows.com / Getty Images

 

 

 

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