Suscríbete
Robin, el entrañable personaje interpretado por Gabriel Urzúa en la exitosa teleserie de Mega, Generación 98, ha conquistado el corazón de los espectadores mientras la serie llega a su emocionante final.
Sin embargo, el personaje no estaba en el guión original. En conversación con el podcast La Pura Verdad de Chileactores, Urzúa reveló algunos detalles inéditos sobre la evolución de Robin en la trama.
Ver esta publicación en Instagram
Inicialmente concebido como un simple personaje secundario, el actor de 37 años, aceptó el desafío de dar vida a este papel, que ni siquiera estaba previsto en el guion original.
“Era esto: ‘amigo de Martita’ (…). Fue extrañísimo. Tomar la decisión de hacerlo fue… Obviamente hay desafíos que son artísticos y también necesidades que uno tiene. Yo venía de La ley de Baltazar, donde hice un personaje secundario”.
Ver esta publicación en Instagram
“Entonces, me ofrecen hacer un bolo, el que no aseguraba ningún tipo de contrato. Esto significa que no tenía ni AFP, ni nada… O sea, una boleta de honorarios”, recordó el actor.
“(Y con mi representante) decidimos que era una buena oportunidad para hacer una caja para pagar mi arriendo. Esa fue la decisión, digamos. Y esto a una semana de empezar a grabar“.
A pesar de las incertidumbres, el éxito de Robin superó todas las expectativas, incluso las del propio Urzúa. “Entendí lo que Nicolás Alemparte, el director, quería transmitir a través del personaje: una comedia con un espíritu amable“.
“Quizás por la misma sensación de ‘si no sale, no importa’, me tomé cierta libertad con Robin y eso ayudó a que fuera un personaje”, comentó. “Robin tenía una sola cosa: ser el amigo gay de Martita que se hace pasar por su pololo”.
Ver esta publicación en Instagram
“Esa era la gran jugada del personaje. Podía funcionar o no, pero yo me colgué de que él se creía actor y tenía referencias de teleseries, películas, etc. Empezó a crear mucho mundo interior y aparecieron muchos chistes“, continuó.
Urzúa reveló que la gran inspiración para el personaje, fue un papel que hizo para la obra Pompeya: La Leyla, donde actuaba como una mujer trans adicta. “En una mejor vida, Leyla fue Robin”, dijo.
El reconocimiento al talento de Urzúa llegó en la última edición de los Premios Caleuche, donde fue galardonado con el Premio del Público, demostrando el aprecio y la admiración que el público tiene por su trabajo en Generación 98.
