Han pasado algunas semanas desde que Fernanda Urrejola y Francisca Alegría sellaron su historia de amor con una ceremonia íntima en octubre. Hoy, la actriz y la directora comparten con el mundo un vistazo a ese día, acompañado de una reflexión profunda sobre los ocho años que las han unido.
En las imágenes publicadas recientemente, se percibe el mismo espíritu que ambas proyectan: autenticidad, calidez y un tipo de amor que no busca escapar de las tormentas. “Ocho años de aventuras, entre diversos períodos de estrés… ¡De sueños imaginados, y realizados! De amor radical”, escribieron junto a las fotografías. “Quienes nos conocen bien, saben que en estos ocho años juntas hemos surfeado todo tipo de olas. Incluyendo una que nos revolcó, pero que nos llevó a amarnos más honestamente”.
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Entre las invitadas a la ceremonia estuvieron amigas y colegas de Fernanda, como Leonor Varela, Marcela Valle, Ignacia Allamand e Isidora Urrejola, su hermana. Una celebración marcada por la cercanía, la complicidad y el simbolismo de haber llegado juntas hasta ese punto.
Pero más allá de las imágenes o del gesto público, el mensaje que compartieron trascendió lo romántico. “En tiempos tan violentos y polarizados como estos, donde la bondad es vista como una debilidad, celebrar el amor nos parecía casi un acto de resistencia. Pensamos que quizás, si nos enfocáramos más en amar incondicionalmente, se suavizaría esa fibra tan delicada que llamamos realidad“, expresaron.
Esa visión también se refleja en el relato personal de Urrejola sobre cómo comenzó su historia con Alegría. En conversación con BioBioChile, la actriz contó la historia. “Yo nunca imaginé que iba a tener una relación con una mujer, que me iba a enamorar de una mujer. Y fue bello abrirme como a nuevas posibilidades, a nuevas formas. Al principio estaba totalmente en negación como que tenía susto también yo creo. Y durante el proceso también ha sido como ir derribando ideas de cómo tienen que ser las cosas”.
Radicada en Los Ángeles desde hace varios años, Fernanda explicó que su vínculo con Francisca llegó en un momento de transformación. “Yo justo conocí a la Fran en un momento en que estaba quebrando muchas ideas preconcebidas de cómo tenían que ser las cosas. A los 34 me fui de Chile y me imaginé que en esa fecha iba a estar casada y con hijos, viviendo una vida que yo pensaba que iba a ser distinta”.
“Entonces ya tenía que abrirme a que no había nada de malo en que no hubiese cumplido esas expectativas sociales, que me estaba abriendo a una nueva vida, que el amor no lo tenía en mi panorama ni en mi horizonte, por lo menos, porque estaba enfocada en mi carrera. Entonces fue ir quebrando cositas y justo apareció la Fran y fue como: ‘Chuta, si estoy también en esta de ir probando cosas nuevas, quizás debería darle una posibilidad a esto que me está pasando y por suerte lo hice’“.
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Lo que comenzó como una amistad se transformó en una relación sólida y consciente. “De hecho nos conocimos y fue amistad instantánea. Y después de unos meses de negación empezamos a ‘pinchar’ y al tiro nos enamoramos. Y ya sabíamos que era importante”, reveló la actriz.
