Hace un año, la hija de Karen Doggenweiler, cruzó la cordillera para instalarse en la capital Argentina. Y por estos días se desenvuelve en medios de comunicación, pero desde la ciencias políticas.
Fernanda Cornejo tiene 28 años y es licenciada en Ciencias Políticas. Y en una conversación con Página 7, la joven repasó su vida en Buenos Aires y su experiencia en medios y streaming argentinos.
“Quería tomar nuevos desafíos. Siempre tuve las ganas y la intención de vivir en Argentina. Estaba dentro de mis planes, así que no fue algo sorpresivo, lo planifiqué con mucho tiempo”, explicó.
La hija de Karen, contó que se le han ido abriendo las puertas y está aprovechando las oportunidades. “Estoy trabajando en materia digital, en economía, al aire, apareciendo con distintas cápsulas digitales que se transmiten por las redes sociales. Además, estoy con la Radio con Vos y con el podcast Agenda criolla”, detalló sobre su pasar laboral.
Sobre lo mismo, reveló “Caí en algo que no era justamente lo que yo quería hacer. Fue una posibilidad que se me abrió. Las ciencias políticas son bastante versátiles y logré adaptar el análisis internacional, que me gusta mucho, en lo que son los medios, lo que me tiene feliz”, reconoció.
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Además, Fernanda Cornejo aseguró al medio que por ahora su trabajo está en tierras argentinas. Y, al menos por ahora, no tiene planes de volver a Chile. “Mi plan y mi compromiso está en Argentina. Es una etapa que puedo proyectar años o quién sabe, ya que no hay que tentar tanto al destino”, confesó.
En el día a día, Fernanda dice “Me duermo muy temprano, trato de estar a las nueve de la noche acostada, porque en su minuto entraba a trabajar a las seis de la mañana y no paraba hasta las 20 horas y lo único que quería era mi camita y cuidar mis horas de sueño. Ese horario me gustaba, estaba agotada, pero me gustaba tener todo eso ordenado”, comentó.
La joven comunicadora destacó que le gusta vivir experiencia nuevas y “salir de esta zona de confort”. Y agregó, “Me propuse desafíos diferentes y lo he valorado mucho, me he demostrado cierta capacidad de adaptación a algo que es ajeno a mi desarrollo, porque mi mamá es una gran periodista y se ha dedicado siempre a esto, pero desde la ciencia política estaba bastante ajeno a mí”.
Por último, y sobre la relación que mantiene con su madre y Marco Enriquez-Ominami, a quien considera como su padre, la comunicación es constante. “Hablamos mucho, todos los días, hartas veces al día por WhatsApp. A veces nos llamamos, dependiendo del día, porque todos tenemos horarios bien apretados. Pero eso permite el WhatsApp, que uno puede no tener esa inmediatez, pero puede tener una conversación fluida durante el día”, concluyó.
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