Cada país tiene distintas formas de darle la bienvenida al nuevo año. En el imaginario popular, se llevan a cabo rituales que sirven para cerrar un ciclo y empezar otro bien aspectados. Algunos de estos rituales son parecidos entre sí, con una que otra variante dependiendo del país.
Otros están estandarizados por toda la región, y están basados en tradiciones provenientes de otros países. Conocidos o no, todos estos rituales tienen un punto en común: intentar iniciar el nuevo año con prosperidad. Hay quienes piden dinero, otros salud, y muchos, el amor. Hay quienes los realizan por pura diversión o “por si acaso” resulta algo bueno.
El agua es un potente catalizador de cambio y de renovación. Sin embargo, en algunos países tienes que andar con cuidado de que no te caiga un balde de agua en la cabeza si estás caminando por la calle durante el último día del año.
En Uruguay se celebra el llamado “baldazo”, que es tirar un balde lleno de agua por la ventana hacia la calle. Se dice que esta tradición ahuyenta las penas del año que se termina y le da la bienvenida a uno lleno de prosperidad. Como estamos en verano de este lado del mundo, mucha gente lo ve más como un juego (y que puede ser algo molesto si eres la persona que recibe el agua).
Hay variaciones de esta misma costumbre, y que tienen que ver con la cantidad, tirando en lugar de un balde, un vaso o una “bombita”. En Cuba se hace algo similar llamado “el cubazo”, que al igual que en Uruguay, consiste en lanzar un balde de agua por ventanas y balcones. Esto tiene dos objetivos: limpiar las energías y dar diversión a los vecinos.
Una alternativa al agua es lanzar papeles por las ventanas. En Uruguay se acostumbra a tirar los viejos calendarios rotos o quemados. Esto responde a la tradición de deshacerse de todo lo viejo para hacerle espacio a los nuevos objetos que traerá el año nuevo.
No necesariamente tienen que ser calendarios. En algunos países acostumbran a limpiar la casa a fondo como acto purificador. En otros lugares hay quienes barren la casa, asegurándose de sacar el polvo desde adentro hacia afuera por la puerta. Pero hay que asegurarse de limpiar lo más profundo posible, cada esquina, para evitar que las energías del año viejo queden en la casa.
Al igual que el agua, el fuego es un elemento que significa renovación o purificación. En muchos países latinoamericanos se quema un muñeco o un monigote hecho de materiales inflamables como papel, aserrín y ropa vieja. En Ecuador, es popular la “quema del año viejo”, una práctica con orígenes en los tiempos de la colonia que consiste en quemar un muñeco. Este puede representar a un personaje famoso, ya sea real o ficticio, como un político o el protagonista de una película.
Esta tradición viene acompañada de “las viudas”, hombres vestidos de mujeres con exagerado maquillaje y peluca que “lloran” por “el viejo” mientras pasean entre el tráfico pidiendo una recolecta que después utilizarán para la fiesta. Minutos antes de la medianoche, se da lectura al testamento, preparado con mucho humor, en medio de los llantos de dolor de las viudas. La gente asiste celebrado haciendo otros rituales, como las doce uvas y el paseo de las maletas.
En el norte de Chile se lleva a cabo la “Quema de Monos”, que son enormes figuras de papel reciclado y objetos viejos que simbolizan las malas experiencias del año que va. La práctica de la quema de muñecos se extiende también a Nicaragua, Colombia, Perú, México y algunas zonas de Venezuela y Argentina.
Otra variante que se practica en muchos países, mucho más simple, es escribir un número de deseos para el Año Nuevo en un papel, o anotar lo malo del año viejo, y quemarlo a la medianoche con las precauciones respectivas. Pero lo que se repite en muchos lugares y siempre pensando en la buena fortuna, son las lentejas. Se cree que este alimento significa no solo buena salud sino también fortuna.
Hay quienes no se limitan solo a comerlas. También hay personas que ponen lentejas en aquellos lugares donde suele haber dinero, como en los bolsillos de la ropa o en la billetera. También hay quienes reciben el Año Nuevo abrazando a sus queridos con un puñado de lentejas en la mano, o quienes colocan estos granos en los rincones de la casa para procurar que la buena suerte llegue al hogar.
La costumbre no se limita solo a lentejas sino también a distintos tipos de granos, como el arroz. Se colocan en un plato con una vela que se deja encendida durante la noche del 31 y después se entierran. Muchas personas creen que las lentejas recuerdan a las monedas de la Antigua Roma, es por esto que se trata de una costumbre que proviene de Italia.
Pero no solamente están las lentejas y el arroz para llamar al dinero, en México hay personas que acostumbran a regalar chanchitos por considerar que es un animal que trae prosperidad. En Costa Rica la gente acostumbra a llevar una rama de Santa Lucía, una planta de flores moradas que se cree trae buena suerte. Se coloca en las billeteras y en los bolsos para que no falte el dinero.