El verano se asoma y Viña del Mar ya empieza a sentirse más viva que nunca. Entre la brisa marina, los preparativos para la temporada alta y la energía de una ciudad que nunca pierde su encanto, Bar La Virgen abrió oficialmente su nueva sucursal en Viña del Mar, este 30 de octubre, en Calle 4 Norte Nº101.
El anuncio ha generado expectación desde hace semanas. No es casualidad: hace tiempo que los seguidores de la marca pedían un local en Viña. Y ahora, justo cuando el verano comienza a tomar forma, La Virgen cumple ese deseo con un espacio que, según quienes asistieron a la inauguración, “quedó impresionante, como La Virgen nos tiene acostumbrados”.
La apertura de Viña del Mar consolida un nuevo paso en la expansión de la cadena, que hoy suma tres locales frente a playas chilenas (Viña, Reñaca y Pichilemu). Con cada una de ellas, la marca reafirma su espíritu costero y su vocación por ofrecer experiencias que mezclan buena gastronomía, coctelería de autor y una atmósfera donde siempre se siente que algo está pasando.
En poco más de una década, Bar La Virgen se ha convertido en uno de los bares más reconocidos y queridos de Chile. Su crecimiento ha sido orgánico, pero sostenido: sin fórmulas rígidas, sin pretensiones innecesarias, con un enfoque claro en la calidad de atención y la autenticidad de su carta. Donde abre un Bar La Virgen, se arma un lugar donde la gente quiere estar, conectar y pasar un buen momento. No por moda, sino por la energía que desprenden sus locales.

La nueva casa en Viña mantiene el mismo ADN que ha hecho famosa a la marca. Una cocina fresca, bien pensada y sabrosa, acompañada de una coctelería que combina precisión, creatividad y ese guiño juguetón que define a cada trago de la barra. A eso se suma un ambiente luminoso, con detalles en madera, vegetación y una terraza que parece hecha para estirar las tardes entre amigos, risas y mar de fondo.
“Viña tiene una vibra especial. Es una ciudad que late con el verano, con la música, con la gente que llega a disfrutar. Abrir aquí era inevitable”, comentan su Germán Montero (socio fundador), que lleva meses trabajando día y noche en este proyecto para que cada rincón respire el espíritu de la marca.
El local funcionará de lunes a domingo entre 13:00 y 03:00 horas, ideal para quienes buscan un almuerzo junto cerca del mar o una noche larga con tragos que valen la pena.
Con esta apertura, la marca sigue expandiéndose sin perder su esencia: celebrar la vida simple, buena y compartida. Porque en cada local de Bar La Virgen —desde Santiago hasta la costa— hay algo que se mantiene intacto: esa sensación de que siempre es verano, aunque sea solo por un rato.