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Ser parte de la familia real suena emocionante desde afuera. Pero estando dentro, es otra la historia. Y es por eso, que este miembro de la realeza británica se alegra de no tener un título real.
Zara Tindall, hija de la princesa Ana, agradeció a su madre por no darle el título de princesa, durante su aparición en el podcast Seven: Rob Burrow con su marido Mike Tindall.
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En una amplia conversación sobre los apodos de la familia real, la crianza de los hijos y ser un atleta profesional, el presentador pidió a la pareja que compartieran un poco sobre su infancia.
“Desde mi punto de vista, obviamente tuve mucha suerte de que mi madre no nos diera ningún título. Tuvimos mucha suerte de poder hacerlo un poco a nuestra manera“, dijo refiriéndose a su hermano mayor Peter Phillips.
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Aludiendo a los valores con los que se criaron, señaló: “Mi familia también tiene una gran ética del trabajo que espero que me inculcaran y que siga vigente hoy en día, con la esperanza de que podamos transmitírsela a nuestros hijos“.
Zara y Mike, de 42 y 46 años respectivamente, se casaron en 2011. Y tuvieron tres hijos: Mia, de 9 años, Lena, de 5, y Lucas, de 2. Los niños Tindall siguen a su madre en la línea de sucesión y no tienen títulos reales.
La princesa Ana, de 73 años, única hija de la reina Isabel II, dio la bienvenida a Zara y Peter, de 46, durante su matrimonio con el capitán Mark Phillips, que terminó en divorcio en 1992.
Cuando Ana se convirtió en madre, rompió décadas de tradición al renunciar a los títulos reales para sus hijos. Si bien Zara y Peter no tenían derecho al estatus real por nacimiento, si recibieron un título de cortesía de parte de Isabel II.
“Creo que probablemente fue más fácil para ellos, y creo que la mayoría de la gente argumentaría que hay desventajas en tener títulos”, dijo la princesa Ana a Vanity Fair en 2020. “Así que creo que probablemente fue lo correcto”.
