Las eróticas y muy sofisticadas vacaciones de Alain Delon, Romy Schneider y Jane Birkin están teniendo un insólito y exitoso revival. Cuando se estrenó el pasado 14 de mayo en la sala del Film Forum, situada en el bohemio barrio de Greenwich Village en Nueva York, La piscina solo iba a permanecer en la cartelera por dos semanas. Sin embargo, a poco andar despertó un interés y un éxito tan inesperado de público que se mantendrá en salas durante todo el otoño y rotará por cines de gran parte de los Estados Unidos. Todo el mundo se pregunta qué paso acá.
Lo cierto es que este thriller francés, con reparto estelar, vestuario de lujo, locación de ensueño y una idea escapista, con mucho calor, sofisticación y sexo está siendo ideal para este tiempo post pandémico. Una película clásica absolutamente de nicho se ha convertido en la sorpresa cinematográfica del 2021.
“Es todo un éxito y la recaudación no ha caído para nada. Hemos dado en el clavo con esta película”, reconoció al New York Times Bruce Goldstein, director de programación en el Film Forum. Y sí, la pareja protagónica derrocha química a borbotones, de hecho es sabido que Alain Delon y Romy Schneider fueron pareja en la vida real y seguramente ha sido un elemento clave para el interés que el filme ha generado, sin embargo Goldstein lo explica a propósito de las restricciones a las que nos hemos visto obligados por la crisis sanitaria: “Son unas vacaciones en el sur de Francia que mucha gente no se ha podido tomar este año”. Las butacas se agotaron incluso durante el paso de la tormenta Ida por Manhattan que incluso anegó las salas del recinto.
Las idílicas costas de Saint Tropez es el escenario de este thriller erótico estrenado en 1969 y que cuenta el tenso encuentro entre una pareja en plenas vacaciones de verano y el ex de ella (Maurice Ronet), quien les hace una visita sorpresa acompañado de su hija adolescente, una muy joven Jane Birkin. Con una banda sonora cargada al jazz, gente linda y bien vestida, la decoración de interiores perfecta y una fotografía que evoca al trabajo plástico de David Hockney, conforman los elementos para el éxito de esta película francesa de suspenso, con ritmo apacible y que hace algunos años tuvo su remake de la mano del director italiano Luca Guadagnino (Call me by your name), quien reclutó a un elenco de lujo liderado por Tilda Swinton, Ralph Fiennes y Dakota Johnson, que dio como resultado una nueva versión con relativo éxito llamada A bigger splash.
Y es que parece que ya no queremos más de cuarentenas y llamadas por Zoom. La atracción este filme va, en buena medida, por la añoranza al verano y las vacaciones, y por esa estética que rinde tributo a la belleza, a la sensualidad y a la juventud. Tanto Alain Delon, como Romy Schneider y Jane Birkin no pueden estar más bellos y sensuales acá. No por nada fueron los modelos de toda una generación. Y, quién sabe, esa influencia podría perdurar en las del futuro.
No sabemos si este furor por esta cinta francesa llegará a las salas nacionales. Lo cierto es que ronda un entusiasmo medio millennial por lo clásico y por traer de vuelta a los íconos de la cultura pop de antaño. La piscina, con todo su encanto y elegancia, está de vuelta con una fuerza inusitada. Una película de culto, que hasta tiene una versión de Criterion Collection a la venta por Amazon, y cuyo gran legado parece decirnos que siempre lo bueno se las arregla para volver.