Por más cremas que usemos y tratamientos estéticos que llevemos a cabo, lo cierto es que un factor clave en el objetivo de llevar un estilo de vida saludable y un proceso de envejecimiento sano, es el relativo a los horarios en los que comemos. Un estudio reciente reveló que nuestro metabolismo influye de manera importante en nuestra salud muscular y cerebral durante la vejez, y que es posible modificar estos ritmos en pos de mejorar nuestra calidad de vida.
Nuestro organismo funciona siguiendo un reloj interno, que regula entre otras funciones, los ciclos de sueño y la vigilia. Este reloj no solo está controlado por un lugar del cerebro llamado “núcleo supraquiasmático”, sino por otros tejidos, como los músculos. Un estudio reciente probado en ratones, publicado por la revista Science, demuestra que alterar estos ritmos puede tener un impacto importante en nuestra salud.
Los investigadores descubrieron que el cómo funcionan nuestros músculos y el cerebro, están vinculados con la masa muscular y la función mitocondrial. Cuando se bloquea la función en el cerebro, los ratones mostraron patrones de alteración en su actividad, en el consumo de oxígeno y en su metabolismo. Esto tuvo sus consecuencias: pérdida de masa muscular y daño mitocondrial, ritmos que afectan la salud muscular.
El estudio también sugiere que podemos manipular estos relojes internos a través de la alimentación. En particular, con la práctica del ayuno intermitente, que puede ayudar a restablecer las funciones entre el cerebro y los músculos. En ratones mayores, la alimentación restringida en el tiempo restableció el ritmo en los músculos, evitando el deterioro muscular.
El ayuno intermitente tiene varios beneficios metabólicos, como la pérdida de peso y mejoras en condiciones como la enfermedad del hígado graso, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, aún se necesita más investigaciones para confirmar estos efectos en humanos y determinar si puede prevenir el envejecimiento muscular en personas mayores.
El estudio enfatiza en la importancia de estos ritmos en la salud, y sus alteraciones, en lo referente a afectar nuestro proceso de envejecimiento. Manipular la hora de comer y, por ejemplo, practicar el ayuno intermitente podría ser una manera efectiva de mantener la salud muscular y cerebral en la vejez.
Lo importante para un proceso de envejecimiento saludable está en sincronizar nuestro reloj interno con nuestros hábitos alimenticios. Ajustar la hora de nuestras comidas podría asegurar un futuro más saludable y con más energía.