Imaginamos que dentro de la industria de cine de Hollywood, la competencia debe ser sin cuartel. Sobre todo entre las estrellas que brillan en la pantalla. Una guerra de egos y protagonismos, inseguridades y divismos de todo tipo, donde lo más usual podría ser la guerra del codazo, hacer comentarios poco generosos sobre alguien y quizás cuántas otras prácticas tóxicas de ese tipo. Pero de todo hay en la viña del Señor, dice el viejo refrán. Y hay quienes han expresado públicamente que le deben lo que son. Un caso es el de Charlize Theron y Tom Hanks, que lo repasamos acá. Y es que necesitamos recuperar la amabilidad y la confianza en las personas, por más que todo alrededor nuestro nos diga lo contrario. Acá, te contamos los casos más célebres de actores y actrices que se apoyaron en la generosidad y contactos de otro compañero/a, para poder hacerse de un lugar en la fábrica del celuloide.
Russell Crowe y Sharon Stone
El ganador del Oscar por Gladiator ha sido la última estrella en dar las gracias públicamente a una compañera por apostar por él cuando era todo un desconocido en Hollywood. Ambos coincidieron en el western The Quick and the Dead, en la que Stone era la máxima estrella, y se enfrentó a los productores para que contrataran a aquel joven australiano como su interés romántico en el filme. “Si no hubiese sido por su poder de convicción no sé cuánto tiempo habría tenido que esperar para poder rodar una película en Estados Unidos”, declaró el actor en el programa de Seth Meyers.
Johnny Depp y Nicolas Cage
Fue durante una partida de Monopoly, a principios de los ochenta, cuando el ganador del Oscar por Leaving Las Vegas sugirió a aquel aspirante a músico de 20 años que se pusiera delante de la cámara por primera vez. “Le mandé a ver a mi agente, que le envió a su primera audición que fue Pesadilla en la Calle Elm. Consiguió el papel ese mismo día”, recordó Cage en el New York Times.
Russell Crowe y Hugh Jackman
Cuando Crowe ya era una cara consolidada en la industria, le devolvió el favor a su compatriota y futuro compañero de reparto en Los Miserables. Bryan Singer, director de la primera película de la saga X-Men, cuando quiso que Crowe interpretase a Wolverine, a lo que este contestó: “No, acabo de terminar de filmar Gladiator y no es para mí, pero podrías tener en cuenta a este tipo…”, confesó el propio Jackman sobre cómo le llegó el papel que le cambió la vida.
Charlize Theron y Tom Hanks
No solo el actor es una de las estrellas más queridas por los espectadores de todo el mundo, también lo es entre sus propios compañeros de la industria. La exitosa filmografía de Theron no se entendería sin la oportunidad que le dio Hanks en su faceta como director en The Wonders, cuando la sudafricana acababa de aterrizar en Hollywood. Ella misma fue la encargada de entregarle el premio Cecil B. DeMille por su carrera hace un par de Globos de Oro atrás, instancia donde reveló la generosidad del actor en su audición: “Después del primer casting pensé que lo había arruinado todo. Se me había olvidado respirar y Tom me miró y dijo: Lo siento, ¿puedes darme cinco minutos? Tengo que salir, pero cuando regrese repetiremos esta escena de nuevo. Tom no necesitaba cinco minutos, yo necesitaba cinco minutos. Esos cinco minutos fueron un regalo para mí porque vio a una joven actriz, sudando, intentando ocultar su ataque de pánico y su marcado acento sudafricano. Ese es el tipo de hombre que es y por eso amamos a Tom Hanks”.
Harrison Ford y George Lucas
Aunque Ford ya había hecho algunos roles pequeños como actor, allá por 1975 todavía trabajaba como carpintero en las colinas de Los Ángeles para poder llegar a fines de mes. Uno de sus encargos fue la remodelación de las oficinas de Francis Ford Coppola, en las que al mismo tiempo se estaban llevando a cabo las audiciones para La Guerra de las Galaxias. George Lucas, que ya conocía a Ford por su breve aparición en American Graffiti, se topó con él y comenzó a trabajar como ayudante en las audiciones del resto de actores. Tras leer junto a más de cien actores, los responsables se dieron cuenta de que no había un Han Solo mejor que aquel carpintero.
Daniel Radcliffe y Maggie Smith
“Básicamente, le debo todo a ella”. El actor conocido por dar vida al célebre y mundialmente famoso Harry Potter consiguió el papel de aprendiz de mago después de que Maggie Smith (la profesora McGonagall en la saga) recomendara al director Chris Columbus que le diera la oportunidad de hacer una audición. Smith y Radcliffe habían compartido escenas previamente en una adaptación televisiva de David Copperfield.
Vin Diesel y Steven Spielberg
Nadie conocía todavía la mítica pelada de Vin Diesel cuando Steven Spielberg decidió darle un papel en Rescatando al Soldado Ryan. El cineasta quedó enganchado con él luego de ver una película independiente que protagonizó, escribió y dirigió Diesel. Hoy no solo mantienen una gran amistad, sino que, por muchos detractores que pueda tener la carrera como héroe de acción del actor de Fast & Furious, Spielberg sigue creyendo que es uno de los mayores talentos de Hollywood y le ha instado públicamente a dar el salto a la silla de director. “Es un crimen para el cine que no haya dirigido más”, ha dicho.
Julianna Margulies y George Clooney
“Le debo toda mi carrera a George Clooney”. La actriz de The Good Wife se hizo primero un nombre en la industria gracias a su trabajo en la serie E.R., que co-protagonizó durante varias temporadas con el actor. Sin embargo, en una primera versión del piloto, su personaje moría. A punto de aceptar un papel en otra serie, fue el propio Clooney quien la llamó para convencerla de volver a la ficción, ya que los productores decidieron resucitarla después de ver la química que existía entre ambos.
John Travolta y Quentin Tarantino
A no pocos actores ha resucitado Quentin Tarantino a lo largo de su carrera como cineasta, pero quizá ninguno con mayor eco mediático que el de un Travolta, por entonces desahuciado de la primera línea de Hollywood, como Vincent Vega en Pulp Fiction. Una decisión especialmente difícil para un cineasta que venía de causar sensación con Reservoir Dogs y con el que querían trabajar con él todas las estrellas de la época. “Había muchísima gente, más famosa que yo, que quería el papel… pero Quentin puso su carrera en juego y se negó a rodar la película sin mí en ella”, contó el actor en entrevistas.
Rossy de Palma y Pedro Almodóvar
A lo largo de toda su carrera el manchego ha convertido a un buen número de actrices semidesconocidas en auténticas estrellas del séptimo arte. Una de las más icónicas es Rossy de Palma, a quien conoció en plena movida madrileña cuando esta pertenecía a un grupo llamado Peor Imposible. Almodóvar quedó tan enganchado del estilo de De Palma que un día se juntó con ella para tomarla como referencia para el papel de Carmen Maura en La Ley del Deseo. Rossy de Palma tuvo un pequeño cameo en la mencionada película y un año después se convirtió en toda una revelación en Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios.