En los últimos meses la Inteligencia Artificial (IA) y la creación del ChatGPT se han masificado en el mundo y en Chile. Sin embargo, todo parece indicar que estas nuevas tecnologías estarían causando preocupación.
Así quedó evidenciado cuando Sam Altman, director ejecutivo y cofundador de Open AI, también desarrolladora del ChatGPT, hizo una importante petición al Congreso de Estados Unidos.
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Altman aseguró que era una larga lista de beneficios que entregaba la tecnología, desde la medicina hasta la lucha contra la crisis climática. Y confió en que la IA puede ser utilizada para el beneficio de la humanidad.
Sin embargo, también señaló que a pesar de eso, la intervención reguladora de los gobiernos «será fundamental» para mitigar los riesgos de modelos cada vez más potentes.
«Creemos que los beneficios de las herramientas que hemos desarrollado hasta ahora superan ampliamente los riesgos», defendió el empresario durante la audiencia.
«Creo que si esta tecnología sale mal, puede salir bastante mal. Queremos ser claros al respecto», afirmó Altman. «Queremos trabajar con el gobierno para evitar que eso ocurra».
El testimonio de Altman llega en medio de la preocupación por parte de las autoridades estadounidenses por el rápido avance de las tecnologías que podría tener inesperados efectos en la sociedad y su seguridad.