Un buen desayuno hace una gran diferencia a la hora de comenzar el día. Sin embargo, muchos cometemos el error contraproducente de ingerir demasiado azúcar cuando al parecer, debería ser todo lo contrario.
Así lo revelaron desde Vogue, donde se recalcó que «No se come postre en el desayuno». Así mismo, la nutricionista estadounidense Monica Reinagel dedicó uno de sus podcasts Nutrition Diva, al abuso de los cereales azucarados por las mañanas.
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Reinagel fue bastante clara al respecto y señaló: «Cuando como cereales azucarados, siento que estoy comiendo un postre. Y personalmente, no quiero empezar mi día con un postre».
Por otro lado, la coach española de nutrición holística Beatriz Larrea, publicó en redes sociales siguiendo la misma línea. Ahí, reveló que: «La primera comida de la mañana tiene un gran impacto en los antojos y en los niveles de glucosa a lo largo del día».
El impacto de un desayuno dulce en el cuerpo
Según señala Larrea, existe una gran diferencia entre comer un desayuno saludable y completo como un pan con jamón de pavo, verduras y fruta, y empezar el día con un bowl de cereal con leche, o panqueques con acompañamiento azucarado.
«Los desayunos con alto contenido en carbohidratos refinados generan picos de glucosa e insulina que te envían a una montaña rusa de antojos, aumento de peso y alteraciones hormonales», aseguró la coach.
Así mismo, es importante entender que la primera comida del día determinará las elecciones de alimentos que haga durante el resto del día. Por lo que el objetivo, sería tomar un desayuno que cumpla con las siguientes características:
Un desayuno equilibrado puede favorecer la pérdida de peso
Por otro lado, y si estás en proceso de pérdida o mantención de peso, el evitar un desayuno con azúcar sin duda será clave para cumplir tu meta. «Un desayuno saludable puede mejorar el rendimiento cognitivo, impulsar el metabolismo y reducir el riesgo de obesidad», aseguró.
La respuesta tampoco sería evadir el desayuno para evitar ingerir azúcar. Ya que tanto los niños, los adolescentes y los adultos que se saltan el desayuno tienen más riesgo de sufrir sobrepeso y trastornos de la glucosa, según Beatriz.
La coach también señaló que ahora sabemos que los humanos somos más sensibles a la insulina por la mañana. Esto significa que procesamos mejor los alimentos, especialmente los carbohidratos, a esa hora.
En palabras simples: una comida temprana puede ayudar a regular el azúcar en la sangre. Y además, un estudio demostró que las mismas calorías engordan más por la noche que por la mañana. Y que las personas que comen poco por la noche tienden a perder peso más rápidamente.
Por último, Larrea recordó la importancia de «convertir el desayuno en un hábito para ganar vitalidad, mejorar la salud y el tránsito intestinal, reducir la ansiedad, llevar una vida sana y decir adiós a los excesos alimenticios y al sobrepeso».