En cada uno de sus tres embarazos, la princesa de Gales tuvo que ser internada. Y quizás podría tener relación con su reciente intervención abdominal.
Kate Middleton ha causado una gran preocupación luego de que fuera sometida a una cirugía abdominal la semana pasada. Además, se ha adelantado el largo periodo de recuperación que tendrá y que recién la veremos de regreso en la vida pública en Semana Santa. Tras la operación, tiene que quedarse entre 10 y 14 días en el hospital, y se habló de tres meses de reposo.
Ahora bien, no es la primera vez que la esposa del príncipe William es hospitalizada. Es más, en el pasado ha tenido varias complicaciones durante sus embarazos que la llevaron a ser internada.
En esta ocasión, la princesa fue ingresada a The London Clinic para realizarle un procedimiento quirúrgico, el cual se llevó a cabo de manera exitosa. Sin embargo, provocó inquietud entre los seguidores de la Familia Real Británica, ya que, hasta el día de hoy, no se ha especificado de qué fue operada.
Se trata de la hiperemesis gravídica y consiste en el exceso de náuseas y vómitos durante el embarazo. Si bien es común tener náuseas matutinas en las primeras semanas de embarazo, en el caso de la HG, las consecuencias pueden llevar a la deshidratación, déficit de nutrientes y pérdida de peso. Y es la principal causa de hospitalización en el primer trimestre de embarazo. Además, en casos extremos, puede llevar incluso a la muerte del feto.
De ahí que la nuera del rey Carlos III fuera ingresada al hospital King Edward II cuando estaba embarazada de su primer hijo, el príncipe George. Aunque, estas excesivas náuseas se volvieron a presentar durante el embarazo de la princesa Charlotte y del príncipe Louis. Y es un trastorno que afecta a una mujer en 200 embarazos.
La BBC habló con el doctor Tim Draycott, especialista en obstetricia y portavoz del Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos, quien asegura que con tratamiento es un trastorno bastante benigno, sin embargo, “es horrible experimentarlo”.
El especialista afirma que la enfermedad está relacionada a las hormonas en el embarazo, las cuales suelen disminuir alrededor de las 13 semanas, y que es más común que ocurra en un embarazo de gemelos.
“Puede ser algo que le ha molestado toda su vida pero que nunca ha llegado a resolver. O algo que ha surgido más recientemente. Dos semanas en el hospital es más de lo que se suele esperar en operaciones. Pero ella no tiene una vida normal por lo que puede significar que los médicos quieren comprobar que todo ha ido bien”, asegura la doctora Zoe Williams a The Sun.
Así que, como podemos ver, la esposa del príncipe William cuenta con un largo historial hospitalario. Pero el Palacio de Kensington ha decidido guardar silencio sobre su actual estado de salud.