El reto no fue fácil para la actriz. Y es que Reese Witherspoon caminó casi en completa soledad por 1.800 kilómetros, pasando por todas las climatologías y estados de ánimo posibles; esto para lograr entregar el mensaje de Wild, el éxito de la escritora Cheryl Strayed, traspasado a la imagen en 2014 en Alma salvaje.
Esta dura misión, para la actriz, llevó a que tuviera terribles ataques de pánico, considerando además que fue ella quien produjo la película. “Tenía muchísimo miedo de hacerla, Tracee”, confesó la intérprete a Interview, en una entrevista que le realizó la también actriz, Tracee Ellis Ross. “Me sometí a hipnosis, estaba asustadísima. Tuve ataques de pánico durante tres semanas antes de empezar (a grabar)”, explicó sobre el proceso de la película y su rodaje.
La estrella de Hollywood pensó que la historia de Strayed, ambientada en 1995, podría ser un éxito, y así fue. Incluso logró dos nominaciones a los Oscar: una para Laura Dern como mejor actriz de reparto y otra para la propia Witherspoon, por mejor actriz principal (aunque finalmente se lo llevó Julianne Moore por Siempre Alice).
Una historia de la vida real
La película cuenta la historia de real de Cheryl Strayed, que tras pasar por una etapa de autodestrucción, con adicción a la heroína y problemas personales y familiares, decidió caminar por más de 1.700 kilómetros de la ruta llamada Sendero de la cresta del Pacífico, en EE.UU, sola, sin ningún tipo de preparación ni dinero. Viaje que la ayudó a sanar y cambió completamente su vida, lo mismo que, en cierta medida, significó para Witherspoon.
Toda una historia de superación que se transformó en un desafío para la actriz de la icónica Legalmente Rubia, tanto por los temas a los que se afrontó, como por verse fuera de un set de grabación. “Estaba el tema de la desnudez, el sexo, la cuestión de tomar drogas… Pero también estar sola delante de la cámara sin más actores“, reflexiona. “Nunca había estado rodando escenas sola durante días y días. Hubo unos 25 días del rodaje donde no tuve ningún actor frente a mí. Éramos yo, la cámara y mi mochila. Fue como: ‘¿En serio esto va a ser así de aburrido?'”.
Sin embargo, el relato estaba lejos de ser ‘aburrido’. De hecho, en 2014, la rubia contó en el medio Vulture que esta había sido lejos la película más difícil de su vida, además requirió un enorme esfuerzo físico, ya que repetía escenas cargada con una mochila que pesaba 30 kilos. “No parábamos de rodar en esas localizaciones remotas, literalmente. No parábamos para comer, sólo tomábamos snacks. No parábamos para ir al baño. Suena de locos, pero fue increíble. Fue una inmersión por completo, nunca me he sentido tan cerca del equipo. Literalmente nos empujábamos para subir las montañas y nos llevábamos los unos a los otros”,
Reese Witherspoon y Cheryl Strayed se hicieron muy amigas, e incluso fueron juntas a los Globos de Oro de 2015, a los que la película estaba nominada. “El libro de Cheryl Strayed se convirtió en algo precioso y sagrado para mí, porque me habló profundamente de cómo podemos salvarnos a nosotras mismas, como mujeres”, agregó la actriz a Interview.
“No hay madre ni padre que venga a salvarnos. No hay cónyuge. Pensé que aquello era algo radical al final de la película, que acaba sin familia, sin dinero, sin trabajo, sin pareja, y es feliz”, asegurando que “Es algo radical… No sé si volveré a trabajar así de duro otra vez, pero me cambió a nivel molecular“.