Benedict Cumberbatch, de quien no sabíamos desde el Oscar del año pasado cuando postuló a Mejor Actor por El Poder del Perro, está de vuelta con este thriller de suspenso, que finalmente es una miniserie de 6 capítulos llamada simplemente Eric y que ya está disponible en el catálogo de la popular plataforma Netflix.
Todo esto se ambienta en el Nueva York de los años ochenta y donde la historia cuenta la desesperada búsqueda de un padre por su hijo que está desaparecido. Eric pretende revolucionar el subgénero de ficción respecto a secuestros, esta vez con un enfoque innovador en los personajes y sus demonios internos.
Eric se centra en Vincent, quien oficia como un marionetista, a quien le va muy bien, pero que la vida de una día para otro se le derrumba cuando su hijo de nueve años desparece, después de contarle su idea para una nueva marioneta. Junto a un obstinado policía, Vincent, encarnado por Benedict Cumberbatch, inicia una intensa búsqueda, pero pronto la historia comienza a evitar los típicos clichés que solemos ver en este tipo de historias.
De partida, Nueva York como ciudad se vuelve una protagonista más de la trama. A pesar de lo exitoso que es Vincent creando marionetas para la televisión, su mente está llena de pensamientos tóxicos y destructivos. Vincent está casado con Cassie y tienen un hijo, Edgar, quien es testigo de las constantes peleas entre ellos. Es por esto que el pequeño se refugia en la creación de una marioneta llamada Eric.
Vemos así el descenso a los infiernos y a las enfermedades mentales de Vincent. Cumberbatch ofrece acá, y como es usual en él, una actuación sobresaliente que impactará a la audiencia. Y es que la marioneta llamada Eric va a personificar los problemas internos de su personaje, lo que le sumará una capa más compleja a la trama.
Con un impecable trabajo de producción de época, donde el Nueva York de los ochenta termina siendo muy fiel al original, Eric no solo termina siendo una historia sobre una desaparición, sino que es un estudio de personajes y que habla de la lucha personal y la búsqueda de la justicia. “Eric es un viaje tenebroso e impredecible al corazón de Nueva York en los años ochenta y al polifacético mundo de Vincent, un titiritero prodigioso que tiene un programa televisivo infantil muy popular”, afirmó su creadora Abby Morgan.
Eric es especial para los espectadores que se interesan en historias complejas e intensas. Se trata de una miniserie que va más allá de lo que siempre vemos sobre un secuestro, y ofrece una lectura muy original y creativa.