“A todos los actores de antaño que me contaron historias tremendas sobre el Hollywood de aquella época”. Así reza la dedicatoria de esta curiosa y extraña novela, la primera del que debe ser el cineasta más icónico de los últimos treinta años y que con la edición en formato libro y en español a cargo de Reservoir Books del grupo Penguin Random House de Érase una vez en Hollywood, vuelve nuevamente a su último filme, que data de 2018, ese que tantos éxitos le significó pero que por sobre todo fue un gran y emotivo homenaje al Hollywood clásico, el de los años 70. Un canto a la ciudad de Los Ángeles, al Beverly Hills de los cines antiguos, la historia de un actor de western y su doble de acción favorito, interpretados por una dupla que hasta el momento del estreno de esta película no habíamos visto juntos en pantalla: Leonardo Di Caprio y Brad Pitt, mezclado con la trama de Sharon Tate, quien fuese la esposa del director Roman Polanski y que terminó siendo víctima de la secta de Charles Manson. Pero que Tarantino le inventa un final alternativo.
Pero todo esto es una excusa para contarnos la historia de una época, con todas las obsesiones y datos trivia que tanto le gusta al realizador nacido en Knoxville en 1963, cuya filmografía ya suma 9 películas, con las que se ha hecho acreedor de dos premios Oscar y una Palma de Oro en Cannes. Además de haberse convertido en un referente e inspiración de muchos cineastas que han aparecido después de él.
La novela de Érase una vez en Hollywood ya está en todas las librerías chilenas y resulta ser muy única y divertida lectura de casi 400 páginas que está repleta de información nueva del personaje del doble de Leonardo Di Caprio, más conocido por Cliff Booth, interpretado en la pantalla por Brad Pitt.
La novela de Tarantino no sigue a pie de juntillas la trama de la película. Agrega escenas y deja algunas fuera. La secuencia final de la película en la que Cliff evita la invasión de la casa de la familia Manson apenas está descrita, pero tenemos una escena de Cliff comprando un cassette de Tom Jones y tocando sus canciones favoritas de los sesenta. Tarantino usa la novela para ofrecer un tesoro de trivia clásica de Hollywood. Guiños a las viejas leyendas de la actuación, estrellas de cine que se volcaron hacia la industria de la pornografía o cines que cerraron hace años. En ese sentido, el espíritu del libro es muy similar al de la película. Pero la gran diferencia es que en libro es la historia del personaje de Cliff Booth. O sea, se centra en el personaje que interpretó Brad Pitt, y aunque el actor de westerns Rick Dalton sí aparece, es básicamente para justificar todo lo que cuenta de Hollywood y también para los momentos cómicos.
Érase una vez en Hollywood es el insólito debut de Quentin Tarantino en la literatura. Porque digámoslo, resulta ser una deliciosa y brutal primera novela. Quizás un nuevo oficio descubierto por el cineasta, pero que logra adaptarse perfectamente a las reglas de la narración literaria, logrando hacer un giro a la historia que nos mostró en el cine. Todos los personajes, escenas y tramas que se describen, con esos diálogos tan “tarantinescos”, solo vienen a confirmarnos que el cineasta es un contador de historias excepcional. Y ya lo ha dicho la crítica: “No hay un libro igual a la venta”, aseguró Rockdelux; el escritor y crítico argentino Rodrigo Fresán expresó que es “un calentar motores para el futuro de Tarantino. Esta novela es tan buena como la película. Y viceversa”. Por último, Peter Bradshaw del New York Times ha asegurado que “la cultura pop es la mitología de los estadounidenses. En este libro, Tarantino hace que parezca fácil escribir una historia y, en mi opinión, es lo más complicado que hay”.