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El próximo jueves 21 de octubre se estrenará en todas las salas del país. El estreno promete ser con bombos y platillos. A la altura de la obra de Frank Herbert en la que se basa y del tremendo y multiestelar elenco con el que goza, a saber: Timothée Chalamet, Zendaya, Josh Brolin, Oscar Isaac, Charlotte Rampling, Rebecca Ferguson, Jason Momoa, Javier Bardem, Stellan Skargaard y más. Realmente un lujo que bien vale las cuatro portadas que esta semana le dedica la célebre publicación de espectáculos norteamericana, Entertainment Weekly, donde a modo de preámbulo, todo el elenco se reúne a contarnos parte de este inmenso engranaje que, luego de su estreno en salas, será liberada a través de la plataforma de streaming HBO Max. Pero démosle la voz a sus protagonistas, esto fue lo que contaron:
“Es uno de los libros que guardo en mi corazón”, dice Chalamet. “No porque tuve la suerte de protagonizar una adaptación cinematográfica, sino porque hay muchas lecciones en la novela a través de los ojos de Paul: ya sean advertencias del colonialismo y la mentalidad colonial, o de la destrucción y explotación del medio ambiente. Pero también hay lecciones realmente proféticas sobre convertirse en un adulto y lo que significa tratar de lidiar con quién eres en el mundo cuando a veces hay cosas más importantes en juego, o cuando tienes que luchar con un propósito terrible como le pasa al personaje”.
El legado de Dune supera las últimas cinco décadas de cultura pop. En su historia puedes encontrar la sombra en los paisajes desérticos y las lunas dobles del planeta Tatooine de Star Wars, de los juegos de poder de Game of Thrones o la mirada ecológica de las películas animadas de Hayao Miyazaki. Por otro lado adaptar Dune a la pantalla grande ha sido una tarea tan desafiante que ya lo dice el New York Times, Denis Villanueve ha logrado romper la maldición de Dune. Desde el intento inconcluso y fallido de Alejandro Jodorowsky a mediados de la década de 1970 que ha servido de tesis para académicos y especialistas, hasta la versión de 1984 dirigida por David Lynch y protagonizada por David Bowie, que el propio director ha confesado repudiar.
Nada de eso disuadió a Villeneuve, quien aún recuerda el momento en que encontró por primera vez una copia de Dune en su biblioteca local cuando era niño. Lo cautivó tanto el viaje de Paul, desde el privilegio de ser un noble hasta encontrar una verdadera comunidad con los Fremen que habitan en el planeta Arrakis, a la creación científicamente informada de los ecosistemas planetarios de Herbert, que cuando se convirtió en director de cine, forjando una carrera exitosa en pequeñas producciones como Incendies y Enemy, hasta pasar por grandes películas de mayor presupuesto como Arrival y Blade Runner 2046, guardaba que el proyecto de sus sueños era llevar a la gran pantalla esta obra de culto.
Después de hacer su estreno mundial en el Festival de Cine de Venecia, Dune ha obtenido excelentes críticas. Ya era difícil que una historia con tantos elementos y de tal extensión complaciera a todos pero hasta ahora la visión de Villeneuve se ha ganado el respeto de los fanáticos incondicionales, quienes han manifestando que se trata de una película que merece ser vista en la pantalla más grande posible.
Un problema con el que han luchado las adaptaciones anteriores de Dune es la gran longitud y profundidad. La novela es de un tiempo anterior a la separación “moderna” de las historias de ciencia ficción en muy pensadas trilogías. Herbert escribió seis volúmenes en total, que abarcan miles de años y el primer libro solo contiene demasiada historia para empacar en unas pocas horas (solo pregúntele a Lynch). Poco después de aceptar el trabajo, Villeneuve decidió que incluirlo todo en una sola película resultaría algo imposible.
“El libro es muy denso. Es una historia que se basa en los detalles”, dice Villeneuve. “Una de las primeras cosas que le dije a la productora fue que no deberíamos hacer una película, deberíamos hacer dos. La pregunta era, ¿cuándo detenemos la primera parte? Eso tomó un tiempo, esculpir el final para asegurarnos de que la audiencia se sentirán como si hubieran pasado por un viaje completo, un arco completo para Paul Atreides, pero que al mismo tiempo sintieran que algo más viene después “.
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“Queda mucha historia por contar. Me encantaría pasar más tiempo con estos personajes”, dice Zendaya. “Aprendí mucho como actriz y me convertí en mejor persona y actriz simplemente por la experiencia de estar cerca de Denis, de verlo interactuar con sus actores y ejecutar escenas, o de ver la forma en que Javier Bardem trabaja. Me hice muy amiga de Timothée, que ahora es como mi familia. Hablamos todo el tiempo sobre lo divertido que sería si lo fuésemos. Si fuese por mí, haría la segunda parte solo para divertirme y pasar tiempo con él”, confesó la estrella de la serie Euphoria.
“Dune muestra un mundo que ha ido demasiado lejos, un mundo que ha perdido el equilibrio. Espero que no vayamos hacia allá, pero es un conflicto que debería estar a la vanguardia de todos los ciudadanos del mundo y de todos los políticos”, dice Villeneuve. “Es una historia que también trata sobre el amor por la ciencia y el poder del cerebro humano. Necesitamos confiar en los científicos. Estamos en una encrucijada y tenemos que cambiar, tenemos que adaptar nuestra forma de vida. Eso va a ser un gran desafío, la gente se resiste a cambiar, pero tendremos que hacerlo si queremos sobrevivir. De eso se trata Dune, se trata de nuestra capacidad de adaptación”.
