Ozzy Osbourne, el inconfundible líder de Black Sabbath y figura icónica del rock, falleció este martes a los 76 años. La noticia fue confirmada por su familia a través de un comunicado lleno de emoción y gratitud hacia el músico que marcó a generaciones.
“Con una tristeza que las palabras no pueden expresar, debemos informar que nuestro amado Ozzy Osbourne falleció esta mañana”, declararon sus seres queridos a Page Six, señalando que el artista se encontraba “con su familia” en el momento de su partida.
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Detrás del personaje extravagante y la voz inconfundible, hubo también un hombre que enfrentó una larga batalla contra una serie de problemas de salud, incluyendo la enfermedad de Parkinson y una dolorosa lesión en la columna.
En 2020, Ozzy reveló públicamente su diagnóstico de Parkinson en etapa 2 durante una entrevista en Good Morning America, donde dejó claro que no se rendiría fácilmente. “No me estoy muriendo de Parkinson”, dijo entonces. “He estado lidiando con esto la mayor parte de mi vida”.
Su esposa, Sharon Osbourne, lo respaldó. “No es una sentencia de muerte bajo ningún punto de vista”, comentó en esa misma entrevista, explicando que “afecta ciertos nervios del cuerpo. Y es como que tienes un buen día, otro buen día… y luego uno realmente malo”.
La salud de Ozzy se vio aún más comprometida tras una caída en su baño en completa oscuridad, que agravó antiguas lesiones causadas por un accidente en moto. El episodio marcó lo que él mismo describió como el “período más largo, doloroso y miserable” de su vida. Y lo obligó a someterse a múltiples cirugías, incluyendo la instalación de 15 tornillos en su columna y una intervención posterior en 2022 para realinear pernos en su cuello y espalda. Sharon afirmó en The Talk que esa última operación “realmente iba a determinar el resto de la vida de (su esposo)”.
A pesar del deterioro físico, Ozzy conservó su espíritu indomable. Se retiró oficialmente de las giras en 2023, pero logró reunirse con sus compañeros de banda para un show de despedida a comienzos de este mes, cerrando un ciclo con la misma fuerza con la que lo comenzó.
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Ozzy deja un legado musical y cultural incalculable. Además de Sharon, le sobreviven sus hijos Kelly, Elliot, Jessica, Louis, Aimee y Jack. En el escenario fue el príncipe de las Tinieblas, y en la vida, un luchador feroz que nunca dejó de reinventarse.
