Con el fin de año, llega esa época en que nos planteamos nuevos y buenos propósitos para el que comienza. En esto se hacen todo tipo de promesas e intenciones. Y en esto una de las que más se repite es “este año prometo ahorrar”, un propósito particularmente importante.
Y es que ahorrar no es fácil, sobre todo si no se tiene el hábito. Además la situación país no siempre ayuda. Y para eso ayudan pequeños hábitos como el reto de las 52 semanas. El que se ha hecho popular gracias a las redes sociales y que puede resultar particularmente eficaz.
Ahora bien, adelantar que esto no te lleve quizás al pie de una casa, pero sí a generar el hábito. Porque más que el ahorro en sí mismo, es el verdadero objetivo de este desafío.
El mecanismo es muy sencillo. Consiste en ahorrar de manera progresiva hasta alcanzar una cifra a final del año. Y lo bueno es que comienza de manera indolora. En nuestro caso, podrían ser $100 pesos. La segunda serán 200 y así progresivamente hasta la semana 52, en la que se aportará la cantidad más importante 5.200.
Sobre el cómo, no hay reglas, puedes hacerlo en una alcancía física o en una cuenta de ahorro. Si prefieres hacerlo de manera manual, programa una alarma o recordatorio para no olvidar el aporte.
Si alguien desea ahorrar $100, e ir aumentando este monto, en la semana 23 tendrá $2.300 y así sucesivamente. Llegando a un total de $137.800 al completar un año.
De esta manera, al aumentar $1.000 semana a semana, habrás acumulado un total de $1.378.000 al finalizar el reto.
Si eres de las que necesita ver resultados rápidos para mantener la motivación, quizá deberías comenzar a la inversa. Es decir, empieza ahorrando el monto de las 52 semanas y baja progresivamente desde ahí.
Una de las principales ventajas de este reto, según Business Insider, es que las personas no perderán la motivación al aumentar su dificultad, porque ya llevarás tanto tiempo ahorrando que no desearán que ese período se desperdicie.