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El príncipe Harry acaba de ser ascendido a un nuevo cargo, para una causa muy importante para él. El hijo menor de Diana y Carlos III ha sido nombrado miembro del Consejo de Administración de African Parks Network, Sudáfrica.
El duque de Sussex, de 39 años, se involucró con el grupo de conservación sin fines de lucro que gestiona parques nacionales en todo el continente, en 2016. Y, al año siguiente, convirtió en presidente del grupo.
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“El Duque ha dedicado el trabajo de su vida a promover causas que le apasionan. Y que generan un cambio permanente para las personas y los lugares. Durante más de dos décadas”, señalan en la biografía del royal, para African Parks.
“(…) ha mostrado un profundo interés personal en proyectos de conservación de primera línea en toda África que trabajan para proteger los recursos naturales y la vida salvaje de la región, en beneficio de las comunidades locales“.
Su biografía dice ahora: “En 2023, tras ejercer seis años como Presidente, fue elevado a miembro oficialmente designado de la Junta Directiva, el órgano de gobierno de la organización.”
También, recordaron cómo Harry se asoció con African Parks en julio de 2016 para ayudar a poner en marcha el proyecto 500 Elephants en Malawi, una de las mayores y más significativas translocaciones de elefantes en la historia de la conservación.
Cómo ha quedado claro tanto en su docuserie de Netflix como en su libro de memorias, Spare, África es un lugar cercano al corazón de Harry. Lo ha visitado en muchas ocasiones desde su infancia, e incluso lo ha llamado su “segundo hogar”.
En 2006 cofundó Sentebale con el príncipe Seeiso de Lesoto. La organización benéfica apoya a niños y jóvenes afectados por la pobreza, la desigualdad, el VIH/SIDA y, más recientemente, el COVID, en el sur de África.
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Y también se convirtió en un lugar especial para él y Meghan desde que comenzaron su romance hace siete años. La pareja ha viajado en varias ocasiones, incluida una visita a Botsuana al principio de su relación, en el verano de 2016.
Más tarde, el príncipe Harry le pidió matrimonio con un anillo de compromiso con un diamante de Botsuana de origen ético. Y la pareja regresó a África para celebrar el 36 cumpleaños de Meghan en 2017, donde colaboraron en el rastreo de elefantes.
