El 2022 empezó con bastante movimiento para la familia real británica, sobre todo tras el contagio de la Reina Isabel II y la celebración de su Jubileo de Platino. Sin embargo, para los Cambridge el tiempo de caridad en familia es esencial, y han dejado claro.
Así, el pasado sábado se dio a conocer un momento entre el príncipe William, Kate Middleton y su hijo mayor, el príncipe George. El niño acompañó a sus padres al partido de Inglaterra contra Gales en el estadio de Twickenham.
Ese mismo día, la propia duquesa reveló que George habría comenzado a practicar este mismo deporte en la escuela. Así como también el príncipe Louis, quien «empezó a llevar su silbato de árbitro a la guardería».
El pequeño de 8 años compartió que acaba de empezar a aprender a tacklear, antes de dirigirse a su madre y decir: «¡Pero si todavía no te he tackleado!». Pero Middleton aseguró lo contrario: «¡Sí, lo has hecho!».
Además de la nueva disciplina del pequeño príncipe, otro tema incluso más relevante también salió en conversación. Y es que aquel partido significó el primer entrenamiento entre Inglaterra y Gales desde que Kate asumió el patrocinio de la Liga de Fútbol de Rugby y de la Unión de Fútbol de Rugby.
Este nuevo rol en la vida de Middleton la pone en “aprietos” en el ámbito familiar, ya que la convierte en rival de William, quien es patrocinador de la Unión de Rugby de Gales desde 2016. Sin embargo, parecen llevarlo con gracia y tranquilidad.
Así lo demostró George, cuando se le preguntó por su preferencia entre ambos equipos. El príncipe simplemente se encogió de hombros y sonrió a su padre. «Se ha convertido en un asunto de la casa. A ella le gusta bastante, yo intento mantenerme al margen», aseguró William.