Cuando llevas más de dos décadas en pareja, es natural que entre todos los aciertos exista algún que otro regalo poco memorable. Pero en el caso del príncipe William, hubo uno tan “terrible” que Kate Middleton, jamás lo dejó pasar.
En una entrevista con BBC Radio Five Live, William reveló que al inicio de su noviazgo, cuando ambos eran estudiantes en la Universidad de St. Andrews, cometió un error en el departamento de regalos.
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“Le regalé a mi esposa un par de binoculares una vez, y nunca me lo ha dejado olvidar”, confesó el príncipe. “Eso fue al principio de nuestro noviazgo, creo que con eso cerré el trato”.
“No salió bien. Honestamente, no tengo idea de por qué le compré un par de binoculares. En ese momento me pareció una buena idea”, señaló el príncipe. Y aunque su regalo no fue el más romántico, la relación continuó con éxito.
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Al parecer, ese no fue el único obsequio memorable en la historia de los royals. La familia Windsor tiene una tradición que deja a un lado los regalos costosos y lujosos para intercambiar obsequios de broma en Nochebuena.
Por ejemplo, People reveló que hace unos años, el príncipe Harry sorprendió a la reina Isabel II con un gorro de ducha que decía: “Ain’t life a bitch” (¿No es la vida una mierda?, en español).
Kate también ha demostrado su sentido del humor con este tipo de detalles. En una ocasión, le regaló a Harry un “kit para cultivar tu propia novia”, una indirecta que parece haber sido bien recibida.
Por su parte, Meghan Markle cuando pasó su primera Navidad con la familia real en 2017, demostró que estaba lista para integrarse. Según los autores Omid Scobie y Carolyn Durand, Meghan quería “impresionar a sus futuros parientes reales” con los regalos.
Y al parecer, lo logró. “Al menos uno de sus regalos fue un gran éxito: una cuchara para William con la inscripción ‘cereal killer’ grabada en el extremo cóncavo del utensilio“, escribieron los autores.
