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Decidir dedicarte al modelaje y que tu mamá sea Cindy Crawford no debe ser algo fácil. A lo más puede ser un arma blanca de doble filo. O el dato genealógico te sirve como trampolín o te hunde en la humillación. Súmale a eso ser en apariencia igual a tu madre. La mítica top model, la it girl norteamericana de los 90, el rostro de Pepsi, de Revlon y con el lunar cerca de la boca más famoso de la historia.
El peso que ha recaído sobre Kaia Gerber no es menor. Y a medida que la chica de 22 años va sumando edad y experiencia, más se parece a su madre. Incluso para elegir novios se parecen. Richard Gere fue para Cindy Crawford lo que Austin Butler está siendo para Kaia Gerber. Y así podríamos seguir con las similitudes. Ahora se sumó otra: siguiendo los pasos de su madre, Gerber es embajadora de la casa de relojes Omega al igual que Cindy. Y a la apertura de la exposición Planet OMEGA asistieron juntas. Vestidas de negro. Dos verdaderas gotas de agua.
Y como no puedes huir de las evidencias de la genética, Kaia se ha rendido y ha dicho en reiteradas veces que su gran inspiración es su madre, que Cindy Crawford es su ícono de estilo favorito. Y ni falta haga que lo diga, porque las similitudes son evidentes. Hasta podríamos asegurar que ambas comparten prendas de sus closets. No tenemos pruebas pero tampoco dudas. Una curiosidad que no sabíamos hasta ahora es que una de las particularidades de Cindy Crawford es que es obsesivamente puntual y ahí vino uno de los principales consejos que le dio alguna vez a su hija: “nunca, jamás, llegues tarde a nada”.
Para el evento de Omega ambas vistieron de negro. Mientras que Kaia apostó por una minifalda entablada y un top de cuello subido, Cindy lucía un vestido bajo la rodilla y con botas negras. Ambos outfits perfectamente intercambiable. Cabe destacar que Cindy Crawford se convirtió en embajadora de la marca de relojes en 1995 y Kaia se unió como rostro en 2017. Impresiona darse cuenta que, si cerramos los ojos e imaginamos a Cindy con 22 años, podríamos ver perfectamente a Kaia. Los misterios de la genética.
