La trayectoria televisiva de la familia Irwin volvió a capturar la atención mundial después de que Robert Irwin, hijo del fallecido conservacionista australiano, Steve Irwin, se coronara como ganador de la última temporada de Dancing with the Stars. El triunfo llega diez años después de que su hermana mayor, Bindi, obtuviera el mismo reconocimiento.
La competencia, uno de los programas más vistos de la televisión estadounidense, volvió a situar a Robert como favorito desde sus primeras presentaciones. A sus 21 años, acumuló semanas de actuaciones sólidas, incluyendo un emotivo tributo a su padre y una aparición sorpresa de Bindi. Su desplante final también tuvo guiños a sus raíces, con coreografías montadas sobre canciones de artistas australianos.
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Tras su última presentación, Robert rompió en lágrimas y expresó un deseo que ha acompañado su carrera pública desde la infancia. “Ojalá pudiera verlo, realmente desearía que pudiera estar aquí”, dijo al recordar a su padre.
@news.com.au Robert Irwin opened up about his father before taking out the mirror ball trophy in the Dancing With The Stars finale. #dwts #robertirwin ♬ original sound – News.com.au
Steve Irwin, conocido mundialmente como el Cazador de Cocodrilos, fue una de las figuras televisivas más influyentes de comienzos de los 2000, famoso por su trabajo con la vida silvestre y por la energía con la que mostraba especies peligrosas ante las cámaras. Su muerte en 2006, tras la picadura de una mantarraya durante una expedición en Australia, marcó profundamente a su familia y convirtió a Robert en símbolo de la continuidad del legado.
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Robert no solo celebró la victoria: también recibió mensajes de felicitación de figuras públicas, entre ellas el príncipe William y Kate Middleton. En su cuenta de Instagram, la pareja dejó un comentario directo: “Felicitaciones Robert y Witney!”. La relación entre Robert y el heredero al trono británico ha crecido al alero del Earthshot Prize, donde Irwin actúa como embajador.
El 11 de noviembre, William realizó una video-llamada sorpresa durante el programa para desearle suerte antes de la final, señalando: “Te echamos de menos, Robert. Mientras tus pies brillantes andan por otros lados, te necesito acá”. Y, dirigiéndose a Witney Carson, añadió: “Tienes que ponerle todo el glitter posible”. La bailarina reaccionó de inmediato: “¡No puedo creer que dijo mi nombre!”.
La sorpresa no era nueva. En junio pasado, cuando Robert participaba en un programa de Radio 2, William intervino con un mensaje de voz en el que dijo: “Buenos días, Scott… ¿o debería decir G’day, Scott?”. Luego elogió al joven conservacionista: “Sé que tienes al fantástico Robert Irwin en el programa esta mañana, un brillante embajador del Earthshot Prize”.
El príncipe lamentó no poder estar con ellos y extendió una invitación para asistir a la edición del premio en Brasil. “Será un evento fantástico, un gran espectáculo”. Antes de despedirse, añadió con humor una advertencia al presentador: Irwin “suele sacar animales y criaturas aterradoras de sus bolsillos al azar cuando está en cualquier programa”.
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Con esta victoria, Robert Irwin se posiciona como una de las figuras jóvenes más visibles de la divulgación ambiental y la televisión internacional. A su vez, reafirma el peso cultural de un linaje que, casi dos décadas después de la muerte de Steve Irwin, continúa construyendo una historia pública en torno a la conservación, el entretenimiento y el carisma que definió al Cazador de Cocodrilos.
