Una experiencia colectiva de sostenibilidad y creatividad se realizará el 25 de octubre en el Centro Cultural La Moneda. Ese día, el colectivo The Ropantic Show buscará romper el Récord Guinness del intercambio de ropa más grande del mundo.
“Dimos la vuelta al mundo por las montañas de ropa en el desierto; que nos reconozcan hoy por la solución”, declara María José Gómez, fundadora de The Ropantic Show, al anunciar el próximo intercambio de ropa en el Centro Cultural La Moneda. Este evento buscará batir el récord del intercambio realizado en Londres en 2020.
Con más de 14 años de trayectoria en España y Chile, The Ropantic Show ha convertido el intercambio de ropa en un fenómeno social, escalable y replicable, involucrando a municipios, universidades y marcas comprometidas con la economía circular. Esta edición récord inaugura oficialmente el Programa Nacional de Prevención de Residuos Textiles 2026, impulsado por la misma organización con el respaldo de CORFO y el Ministerio del Medio Ambiente.
En Chile, cada persona consume en promedio 32 kilos de textiles al año, generando más de 572 mil toneladas de residuos textiles, apenas reciclados en un 1%. Frente a esta realidad, el evento propone una experiencia inmersiva que combina intercambio gratuito de prendas seleccionadas, talleres de reparación y reciclaje creativo, y charlas con referentes del diseño, las políticas públicas y las industrias creativas.
La iniciativa busca transformar hábitos de consumo y demostrar que la moda puede ser un espacio de empatía, protección y comunidad. “Queremos seducir al consumidor con experiencias educativas, dinámicas y estéticamente cuidadas, que permitan reconectar con el valor de las prendas y el trabajo detrás de ellas”, señala Gómez.
El encuentro en La Moneda no es solo un evento de moda sostenible. Es también una plataforma para repensar colectivamente cómo consumimos, con propuestas que van desde la creación de una red nacional de intercambio, hasta material audiovisual educativo, capacitaciones en eco-diseño y espacios colaborativos que integran oficios, ciudadanía y creatividad.
Cada prenda que entra al sistema se clasifica, repara, transforma o se intercambia, dando vida a un circuito que enseña, modela y pone en práctica políticas públicas desde la experiencia cotidiana.