En el corazón de París, mientras las pasarelas se encienden con flashes y titulares, una alianza inesperada invita a mirar hacia donde casi nunca se mira: el backstage. SO/ Paris, el hotel que se ha convertido en epicentro de moda, arte e innovación a orillas del Sena, abre sus puertas al Institut Français de la Mode (IFM) para desvelar aquello que precede al espectáculo: la alquimia entre idea y prenda, entre boceto y realidad.
Hasta el 3 de octubre de 2025, quienes se acerquen al lobby del hotel podrán contemplar algo más que una exhibición. Es, en rigor, una vitrina viva del oficio del modelista, esa figura que transforma dibujos bidimensionales en piezas que más tarde conquistarán la pasarela. Silencioso, casi anónimo, el modelista es el pilar invisible de la moda: quien corta, moldea y construye prendas que van desde la alta costura hasta el prêt-à-porter más experimental. Sin él, no existirían ni colecciones ni desfiles.
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Reunidos bajo el impulso de la Fédération de la Haute Couture et de la Mode, la misma fuerza que mueve los hilos de la Paris Fashion Week, hotel y escuela confluyen para celebrar el proceso creativo en su estado más puro. Y lo hacen a través de las manos de los estudiantes del Grado en Diseño de Moda y Patronaje del IFM, un programa único en Francia que fusiona técnica y visión contemporánea.
Herederos de la École de la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne, estos futuros creadores reinterpretan piezas icónicas como el abrigo o el kimono, jugando con la historia, la arquitectura y la pluralidad de vestuarios. Desde lencería delicada hasta sastrería, pasando por siluetas oversize y estallidos de glamour.
La colaboración no solo reafirma el lugar del IFM como formador de la nueva generación de diseñadores y artesanos capaces de responder a los desafíos del siglo XXI, sino que también consolida la identidad de SO/ Paris como catalizador de creatividad y lujo contemporáneo. Desde su debut en 2011, SO/ ha redefinido el arte de la hospitalidad con una visión sartorial. Uniformes firmados por Christian Lacroix, interiores que llevan la impronta de Viktor&Rolf, amenities creados junto a Guillaume Henry. Berlín, Bangkok, San Petersburgo, Dubái o Maldivas son solo algunas de las ciudades donde la marca ha desplegado este concepto de lujo vanguardista que no solo se hospeda, se habita.
Y en esta edición de la Semana de la Moda de París, la marca vuelve a subrayar su esencia. No se trata de contemplar únicamente la prenda terminada, sino de rendir homenaje al proceso invisible: ese instante en que el trazo se convierte en volumen, cuando la imaginación comienza a respirar entre telas y costuras.