Pasa con casi todas las niñas, una vez superada la fase adolescente y de rebeldía con los padres, que vuelven al closet de sus mamás y se empiezan a enamorar de prendas guardadas en los closet y que, muchas veces, se transforman en íconos vintage de los que se apropian para imitar pero con mucha admiración de por medio. Esta dinámica está pasando en el hogar de la actriz norteamericana más popular de los últimos 30 años. Y es que vaya lo estimulante que debe ser el closet de Julia Roberts.
Lo cierto es que Hazel Moder, la hija de 17 años de la actriz, le pidió a su madre uno de sus vestidos para asistir al baile del instituto. Y al parecer la muy aguda Hazel no se fijó en un vestido cualquiera, con ojo de águila, la adolescente habría elegido uno de los vestidos más icónicos usados por su madre durante su carrera y que sigue estando en la retina de millones y que no hubo fotógrafo que no retratara.
Hazel se enamoró del vestido negro con listones blancos que Julia lució cuando recibió el Oscar como Mejor Actriz por Erin Brockovich. Elección nada simple. El modelito Valentino Couture elegido por la hija de Julia fue una de las confesiones que la propia actriz hizo durante una entrevista televisiva en el matinal de la cadena norteamericana CBS, Sunday Morning: “Mi hija no dejaba de buscar en el closet el mejor vestido para el baile del colegio. En un momento dado me preguntó: ¿Y este vestido? Le dije: ¡Pruébatelo!. Era demasiado grande para ella, pero se veía muy guapa”.