Algo que buscan todos por estos días es tener un vida alejada del estrés. Mantener la calma es una virtud que muchos desean, pero lograrlo es una desafío para la mayoría de la sociedad.

Los expertos creen tener ciertas claves para obtener (y mantener durante el día) un estado de gratitud.“Tener todos los días un pensamiento positivo mejora la neuroplasticidad cerebral”, recomienda experto que habló con revista “Vanity Fair”.

“Es decir, tener un pensamiento positivo mejora la salud cerebral y para tener ese pensamiento positivo ayuda mucho practicar el agradecimiento, el hábito que todos los expertos que consagran su carrera a hablar de bienestar incluyen siempre entre sus recomendaciones”, agregó la publicación.

Hay que tener en cuenta que la mañana marca el resto del día, así que esas primeras horas son fundamentales para nuestro humor. No tienes que despertarte a las 5 am o utilizar horas de tu día, un minuto sería suficiente para cambiar tu energía. Si tienes dudas de la eficacia, sería clave probarlo al menos una semana.

Puedes agradecer a ti mismo o alguien más. El medio español recopiló alguna técnicas con la escritora Amagoia Eizaguirre, autor del libro “El pequeño libro de los hábitos saludables”.

1. Valorar y ser consciente del primer café del día, de la ducha, de poder ir a trabajar, de tener salud…
2. Ser consciente de todo lo bueno que hay en nuestra vida. Se puede escribir y llevar un diario de gratitud, pero basta con visualizarlo en nuestra mente antes de salir de la cama. “Agradece todo lo que tienes antes de que se convierta en lo que tuviste”, recuerda Eizaguirre.
3. Dar las gracias a la gente de nuestro alrededor por pequeños gestos cotidianos.
4. Escribir notas de agradecimiento o mandar un mensaje. “No hay acto más valiente que dar las gracias a esa persona que quieres o admiras”, concluye Eizaguirre.

La “BBC” recordó un estudio de la Universidad de Miami, hecho por el psicólogo Michael E. McCullough, donde le pidieron a varios de los participantes escribir algo cada semana. Un grupo debía agradecer, otro escribir frases relacionadas al disgusto y el último debía redactar textos neutros.

“Después de 10 semanas, los que escribieron sobre la gratitud se sentían más optimistas y mejor sobre sus vidas. Sorprendentemente, también hicieron más ejercicios físicos y visitaron menos al médico que los que se enfocaron en las fuentes de molestia”, reportó la publicación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard en el artículo Giving thanks can make you happier (Dar gracias te puede hacer más feliz).