El Gran Duque Enrique de Luxemburgo sorprendió a todos con un anuncio histórico durante su discurso de Navidad este martes. Después de casi 25 años, confirmó que abdicará el 3 de octubre de 2025.
Esta decisión marca el final de un reinado que comenzó el 7 de octubre del año 2000, cuando Enrique asumió como jefe de Estado tras la abdicación de su padre, el Gran Duque Juan.
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Ahora, con 69 años, Enrique reflexiona sobre su legado: “El año 2024 está llegando a su fin. Y la Navidad es el momento perfecto para reflexionar sobre el año que dejamos atrás“, señaló.
“Esta vez lo hago con mucha emoción, ya que es la última vez que pronunciaré un discurso navideño como jefe de Estado”, expresó en su mensaje navideño, que también fue publicado en el sitio web de la Familia Gran Ducal.
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El paso hacia la sucesión no es algo que haya ocurrido de la noche a la mañana. Durante la fiesta nacional de Luxemburgo, el pasado 23 de junio, el Gran Duque ya había designado a su hijo Guillermo como teniente-representante.
Guillermo, de 42 años, ha estado al frente de sus deberes como heredero al trono, acompañado por su esposa, la princesa Stéphanie de Lannoy. La pareja se casó en octubre de 2012, y tiene dos hijos pequeños.
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El Gran Duque Enrique no escatimó elogios hacia su hijo y su nuera. “Sé que el Príncipe Guillermo y la Princesa Guillermo harán todo lo posible para contribuir al bienestar de nuestro país“, dijo.
Pero este no fue solo un discurso para hablar del pasado, sino también del futuro. “Creo firmemente en la próxima generación, que asumirá la responsabilidad de un mundo que, esperemos, será más pacífico y sostenible. Para la mayoría de mi generación, ahora ha llegado el momento de retirarse. Es un proceso natural“, concluyó.