“En lugar de extraer valor de la naturaleza y transformarlo en riqueza, estamos usando la riqueza que genera Patagonia para proteger el origen. Estamos convirtiendo a la Tierra en nuestra única accionista. Quiero ser muy serio sobre salvar este planeta”.
Estas son palabras de Yvon Chouinard, fundador de la marca de ropa deportiva Patagonia y un escalador en roca convertido en multimillonario. Y quien ha anunciado que ha cedido todas sus acciones a dos fundaciones que destinarán sus ganancias a combatir el cambio climático.
“Ha pasado medio siglo desde que comenzamos nuestro experimento de un negocio responsable. Si tenemos alguna esperanza de tener un planeta próspero en 50 años más, se necesitará que todos hagamos lo que podamos con los recursos que tenemos. Como el líder empresarial que nunca quise ser, estoy haciendo mi parte”, declaró Yvon Chouinard en una asamblea global frente a sus más de 3000 empleados en el mundo.
Chouinard, de 83 años, se convirtió en el millonario que es hoy de forma inesperada. “Yo nunca quise ser un hombre de negocios”, dice. Y es verdad. Este estadounidense de origen franco canadiense, comenzó como artesano fabricando equipo para sus amigos y después pasó a hacer ropa. Con el tiempo, la marca se convirtió en parte de la identidad de los aficionados a la vida outdoor y preocupados por el deterioro del medio ambiente.
La empresa promovía una filosofía de consumo que rompía con el capitalismo. Y a diferencia del fast fashion, la marca invita a utilizar sus prendas hasta el final de su vida útil. Por lo mismo, no es extraño que las tiendas de Patagonia no abren durante el Black Friday.
A casi 50 años desde que Chouinard comenzara con este experimento de negocio responsable, hoy anuncia que tendrá un nuevo dueño. Y siguiendo sus valores, ha decidido hacer realidad aquel dicho que asegura que a la gente se la mide por sus actos y no por sus palabras. Por lo mismo, tomó la gran decisión de convertir a la Tierra en la única accionista de la compañía.
De forma casi inmediata, la familia Chouinard transfirió todo a dos nuevas entidades: el fideicomiso Patagonia Purpose Trust y Holdfast Collective. Es decir, cada dólar que no se reinvierta en Patagonia será distribuido como dividendo para la protección del planeta.
Por su parte, la firma de ropa deportiva que factura más de 1300 millones de dólares anuales, seguirá siendo una Empresa B y continuará donando el 1% de sus ventas a activistas cada año.
Si bien el objetivo es luchar contra el daño al medio ambiente, también busca demostrar cómo el capitalismo y un negocio con fines de lucro pueden trabajar por el planeta.
Recordemos que Patagonia fue elegida como una de las empresas más cool del mundo. Esto, debido a su particular filosofía particular que plasmó en un libro: “Que mi gente vaya a hacer surf”.
Yvon Chouinard es conocido por romper reglas: llama a evitar el consumismo, cuestiona a las corporaciones y lleva a sus empleados a hacer surf, a esquiar o a pescar con mosca.
En una carta dirigida a sus empleados, explicó su decisión de ceder y no vender. “Una opción era vender Patagonia y donar todo el dinero. Pero no podíamos estar seguros de que un nuevo propietario conservara nuestros valores o mantuviera empleado a nuestro equipo de personas alrededor del mundo”, aclaró.
Por otro lado, de hacerla pública, “qué desastre hubiera sido. Incluso las compañías públicas con buenas intenciones se ven bajo demasiada presión por generar ganancias en el corto plazo a expensas de la vitalidad y la responsabilidad a largo plazo. A decir verdad, no había buenas opciones disponibles. Entonces creamos una propia”, aseguró.
“Espero que esto pueda influenciar una nueva forma de capitalismo que no sea con un pequeño grupo haciéndose rico mientras otro gran grupo se queda pobre”, dijo el empresario a The New York Times.
*Foto principal Campbell Brewer